Mensaje 966

Materiales bíblicos para el mundo

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24 enero, 2019 Mensajes proféticos 0
MENSAJES PROFETICOS SÁBADO 17 DE ENERO 2009


PROFETA SARA.
Yo no quiero que sientan que sobre sus hombros llevan cargas pesadas⸴ porque yo les digo que están llevando cargas sin necesidad⸴ gastando fuerzas que podrían aprovechar. Porque si ustedes se sienten así es como si fueran carros sin motor⸴ porque el motor soy yo que los mueve y los impulsa. Pero tampoco quiero que desperdicien nada. Como la persona que estaba horneando un queque y derramó la harina. Porque ustedes aun de lo pequeño pueden lograr mucho. Ustedes son como una cadena⸴ pero si uno o dos se quitan⸴ va a quedar un hueco y la cadena no tiene el enlace que necesita. Porque cuando ustedes ofrecen algo⸴ cuando ustedes quedaron de acuerdo en dar y no lo cumplen⸴ entonces ustedes no pueden ver la señal. Porque si cada uno de ustedes hubiese traído algo para la canasta es como un gesto de solidaridad y yo hago memoria y devuelvo de una manera significativa. Les digo esto porque si ustedes prometen algo y no lo cumplen⸴ el diablo los va a estar ridiculizando. Están en días donde están subiendo y es donde la pendiente está más insegura y ahí es donde van a se probados en esta semana. Yo quiero verlos tan encendidos como brasas y tan brillantes como oro pulido.

PROFETA DENNIS.
Yo les tengo trabajo para el próximo sábado. En la vigilia trabajen con la línea de fuego que tienen que apagar. Consigan siete velas y quiero que estén encendidas y así mismo los siete principales lugares de ese lugar (Puntarenas). Quiero que los investiguen⸴ quiero que oren uno a uno y conforme vayan orando por cada lugar se vaya apagando cada vela hasta la última. Para que así ese lugar quede extinguido esa línea de fuego que el maligno ha puesto y cuando terminen de hacerlo⸴ oren y cierren la puerta por donde se entra para que esa puerta no sea más abierta. También les digo que añoren la sabiduría⸴ porque se las quiero dar y quiero darles un secreto para que la obtengan. El principio de la sabiduría empieza por la humildad.