ALFONSINA, LA ESPIRITISTA

Alfonsina era una mujer de nuestros campos. Toda su vida la había pasado en labores agrícolas o empleada como doméstica. De una señora rica⸴ Alfonsina aprendió los principios del espiritismo⸴ y el espiritismo se apoderó de Alfonsina en tal forma que durante 40 años no vivió para otra cosa. Practicó de todo : adivinación⸴ curación⸴ conversación con los muertos⸴ levitación de mesas y sillas⸴ maleficios y beneficios. Pero⸴ nunca en 40 años⸴ tuvo paz mental y de corazón. Siempre anduvo en temores⸴ en sobresaltos⸴ en tribulaciones con muertos y vivos. Un día⸴ una amiga la invitó a leer juntas la Biblia. Alfonsina dijo que ella no sabía leer. Entonces la amiga⸴ mujer sabia⸴ le dijo que podía aprenderla de memoria. Comenzaron leyendo el Evangelio de Marcos. Alfonsina⸴ dueña de una memoria prodigiosa⸴ se lo aprendió todo de memoria. Puede citar cualquier versículo al instante. La Palabra de Dios⸴ absorvida en su mente y corazón⸴ obró un prodigio: Alfonsina encontró en Cristo la luz y la verdad y se entregó a Él de todo corazón. Una vez que abrió bien los ojos y entendió la VERDAD ETERNA DE CRISTO⸴ se dedicó a predicar el Evangelio en todos los campos y pueblos donde antes había difundido el espiritismo. Desde tiempos inmemoriales Satanás se ha dedicado a imitar la obra de Dios. El Señor quiere comunicarse con su pueblo por medio del Espíritu Santo y darle la dirección que necesita. A su vez⸴ Satanás⸴ el Adversario imitador⸴ organiza su propia ‘iglesia’⸴ un cuerpo a través del cual pueda obrar el espíritu diabólico. Imita la obra de Dios por medio de espíritus engañadores. Aparenta dar bendiciones⸴ pero éstas se tornan en maldición y tragedia. Los espiritus dan consejos a través de los médiums y⸴ revelan misterios y cosas ocultas. Algunos médiums reciben la facultad de diagnosticar la enfermedad del cliente. Según el testimonio de varias personas que antes eran médiums⸴ el sistema nervioso no puede soportar por mucho tiempo la tensión que se le impone⸴ y hay una buena proporción de médiums que sufren colapsos nerviosos y mentales. Más aún⸴ los que están acostumbrados a ceder sus fuerzas mentales a los espíritus corren el peligro de caer en completa posesión de los demonios⸴ de tal forma que pierdan totalmente su juicio. O sea⸴ que la locura es un fruto muy común del espiritismo. Esta práctica ha sido prohibida por Dios. Es abominación para el Señor: ‘No sea hallado en tí quien consulte a los muertos… porque es abominación para con Dios’ (Deuteronomio 18⸴11-12).