APOCALIPSIS CAPÍTULO 19. LAS DOS BODAS

Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero⸴ y su esposa se ha preparado (Apocalipsis 19⸴7).
Este capítulo comienza con cinco cánticos de alabanza. Los cuatro primeros manifiestan el regocijo celestial por la destrucción de Babilonia⸴ la gran ramera⸴ la ciudad idólatra e inicua⸴ el catolicismo y su sistema ecuménico. El quinto y último canto es un llamado a participar del gozo que produce la llegada de las bodas del Cordero. Hay expresiones de alabanza y de regocijo tanto por la victoria de Dios sobre Babilonia como por la celebración de las bodas del Cordero y por la cena de las bodas.
Dice Juan que la esposa del Cordero se ha preparado (versículo 7). ¿Cómo se prepara para la boda? Juan responde diciendo que se le entrega lino fino⸴ que es resplandeciente y limpio⸴ para vestirse. La esposa se puede preparar sólo cuando Dios le da la ropa nupcial⸴ porque esta ropa es hermosa y pura. Sus propias ropas no son sino sucios harapos⸴ pero Cristo la limpia y se la presenta «sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección» (Efesios 5:26⸴ 27); véase Isaías 61:10). Sin embargo⸴ ¿cuáles son las obligaciones de la esposa del Cordero mientras está en la tierra? Estas obligaciones son ser fiel al esposo⸴ mostrarle amor y dedicación y esperar con expectación su venida.
El resto del capítulo presenta la deslumbrante escena del regreso en gloria del Mesías. Como Guerrero Divino regresa triunfante al frente de sus ejércitos. Cabalga un caballo blanco como símbolo de victoria. Su nombre es Fiel y Verdadero en reconocimiento de sus cualidades personales intrínsecas. Sus ojos son como llama de fuego⸴ como expresión de que viene como el juez de la humanidad. En su cabeza hay muchas diademas o coronas propias de su dignidad como Rey de reyes y Señor de señores. Su ropa teñida de sangre simboliza su rotunda victoria sobre sus enemigos. Él viene como Rey a tomar posesión de su reino y a gobernar las naciones con vara de hierro. Los ejércitos encabezados por el Anticristo serán derrotados de manera aplastante. El Anticristo y el falso profeta serán lanzados vivos en el lago de fuego. Los soldados que componen las fuerzas de la bestia serán la comida de las aves del cielo. El Mesías triunfante demostrará que sólo Él es el Todopoderoso. Las fuerzas del mal serán erradicadas de la tierra y darán paso al reino glorioso del heredero del trono de David.