APRESURANDO LA VENIDA DE CRISTO.
‘ Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso⸴ los elementos serán destruidos por el fuego⸴ y la tierra⸴ con todo lo que hay en ella⸴ quedará sometida al juicio de Dios Puesto que todo va a ser destruido de esa manera⸴ ¡ con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes! Esperen la llegada del día de Dios⸴ y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego⸴ y los elementos se derretirán entre las llamas; pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido⸴ en los cuales todo será justo y bueno. Por eso⸴ queridos hermanos⸴ mientras esperan estas cosas⸴ hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz⸴ sin mancha ni culpa.‘ ( 2 Pedro 3⸴ 10-14). Según las consultas de los textos originales⸴ para la palabra ‘ apresurarla ‘ existen tres diferentes versiones: 1) Anhelar la llegada⸴ 2) Correr al encuentro⸴ 3) Prepararse para algo. El que cree en Jesús debe anhelar la ‘ venida del día de Dios ‘⸴ correr a su encuentro⸴ y prepararse para ello o⸴ bien⸴ ‘ apresurarse ‘. Deberíamos sacar nuestra mirada de lo pasajero y enfocarla hacia lo eterno. Debemos tener presente que⸴ alguna vez⸴ todo lo terrenal y visible ha de ser deshecho y que nada es permanente⸴ porque el Señor creará un nuevo cielo y una nueva tierra en las que morará la justicia y donde todo permanecerá. Lo material lleva el sello de lo corruptible. En el Antiguo Testamento⸴ la Biblia nos dice: ‘ … en vano trabajaron los pueblos⸴ y las naciones se cansaron sólo para el fuego ‘ ( Jeremías 51⸴58). En el Nuevo Testamento somos exhortados: ‘ No amen al mundo⸴ ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo⸴ no ama al Padre; porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre⸴ sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana⸴ el deseo por poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas. Pero el mundo se va acabando⸴ con todos sus malos deseos; en cambio⸴ el que hace la voluntad de Dios vive para siempre ( 1 Juan 2⸴15-17). Esperamos la eternidad⸴ un nuevo cielo y una nueva tierra. Por eso⸴ le queremos servir de todo corazón y agradar en todas las cosas. Alguien⸴ alguna vez⸴ dijo: ‘ la vida del cristiano ya no se determina por el temor al mal y a lo amenazador⸴ sino por la luz del día venidero⸴ en el cual Jesús ha de regresar. Esto lo lleva a un comportamiento libre de vicios nocturnos y maquinaciones secretas⸴ por lo cual ya no tiene que huir de la luz‘.