CRISTO ES NUESTRA PASCUA.

Como dije en los dos tratados anteriores⸴ Israel realizó una serie de pasos antes de disfrutar las bendiciones de Canaán. El primero fue santificarse. La santidad que es más que un reflejo de comportamientos exteriores para presentarse intachable ante quienes le ven; tiene que ver con una relación más profunda con Jesucristo. Entre más se ame a Cristo más santo se es⸴ sin sentirlo un deber o una ley. En segundo lugar⸴ la circunsición . El Señor está a punto de entregar una ciudad en las manos de Su pueblo Israel⸴ pero sabiendo cuánto se inclinan los corazones humanos a olvidar Sus pasadas intervenciones⸴ reclama un altar de recordatorio. Un pasaje de la Escritura que se repite con frecuencia en el Antiguo Testamento es: ‘ Bien pronto olvidaron sus obras ‘ ( Salmo 106⸴13). En Josué 4⸴1-3 leemos: ‘ Cuando todo el pueblo terminó de cruzar el río Jordán⸴ el Señor le dijo a Josué: ‘ Elijan un hombre de cada una de las doce tribus de Israel⸴ y ordénenles que tomen doce piedras del cauce⸴ exactamente del lugar donde los sacerdotes permanecieron de pie. Díganles que las coloquen en el lugar donde hoy pasarán la noche’. El Señor retuvo las aguas del Jordán ( Josué 4⸴23) como señal y maravilla para los paganos y como un recordatorio para Su pueblo de que el mismo Dios que dividió el Mar Rojo unos cuarenta años atrás para Moisés estaba ciertamente con Josué. Estas doce piedras representaban cada tribu⸴ demostrando el amor e interés de Dios no simplemente en las masas⸴ sino en los individuos. Estos conquistadores de la ciudad tenían un Dios que los conocía⸴ los amaba y luchaba por ellos. Antes de que Dios los soltará en Jericó⸴ tenía que ocuparse de un asunto pendiente que era muy importante: ¡ la circunsición ! La circunsición es una muestra o señal de pacto con Dios. Es un tipo de la mortificación del pecado y de deshacerse de la suciedad de la carne. Únicamente los que estuviesen limpios y santificados podrían obtener la victoria. Después de la circunsición⸴ siguió una solemne Pascua. ‘ Al caer la tarde del día catorce del mes primero⸴ mientras acampaban en la llanura de Jericó⸴ los israelitas celebraron la Pascua. Al día siguiente⸴ después de la pascua⸴ el pueblo empezó a alimentarse de los productos de la tierra⸴ de panes sin levadura y de trigo tostado. Desde ese momento dejó de caer maná⸴ y durante todo ese año el pueblo se alimentó de los frutos de la tierra’. ( Josué 5⸴10-12). Hoy Cristo es nuestra Pascua. Cuando comemos el pan en la Santa Cena⸴ manifestamos que nos alimentamos por fe y; recordamos de su pacto con nosotros en su sangre⸴ cuando participamos de la copa del jugo de la vid.