Devocional 2016-07-29
OÍDOS PARA ESCUCHAR
Los cielos cuentan la gloria de Dios… No hay lenguaje⸴ ni palabras⸴ ni es oída su voz. Salmo 19:1-3
Mirad que no desechéis al que habla. Hebreos 1:1-2; 12:25
Lucía⸴ sentada en una silla con los ojos cerrados y los auriculares puestos⸴ se balanceaba lentamente. Simón caminaba en la calle y estaba hermético a cualquier otro sonido⸴ pues se dejaba llevar por la música que escuchaba en su reproductor digital.
Muchas personas adoptan esta actitud para no tener que escuchar lo que sucede a su alrededor⸴ aquello que nos enfada o nos molesta. Así podemos escuchar lo que nos agrada sin tener en cuenta a los demás.
Pero esta actitud hace que nuestro aislamiento aumente⸴ que nuestra tendencia a encerrarnos en nosotros mismos crezca⸴ y favorece nuestro egoísmo. Cuando explicaba algo importante⸴ Jesús acostumbraba repetir: “El que tiene oídos para oír⸴ oiga” (Mateo 13:9). Hay palabras que debemos saber escuchar⸴ incluso si nos sorprenden.
Con mayor razón⸴ escuchemos cuando Dios nos habla. Lo hace de diferentes formas:
–Mediante el lenguaje de la naturaleza⸴ como nos lo recuerda el Salmo 19.
–Mediante el Evangelio: “Así que la fe es por el oír⸴ y el oír⸴ por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
–Mediante los acontecimientos o circunstancias de nuestra vida personal. ¡Él tiene el control de cada detalle!
–Dios también puede hablarnos mediante sus siervos que pone en nuestro camino⸴ y de miles de maneras diferentes.
¡A nosotros nos corresponde prestar atención y reconocer su voz!
© Editorial La Buena Semilla⸴ 1166 PERROY (Suiza) ediciones-biblicas.ch – [email protected]
“