Devocional 2017-05-02
PROGRESAR HACIA LA MADUREZ
Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. 2 Pedro 3:18
Yo planté⸴ Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 1 Corintios 3:6
¿Cómo crece el trigo? En Europa y América del Norte los pequeños granos se siembran en otoño y necesitan todo el invierno para convertirse en finos tallos verdes. Luego el viento acaricia y sacude sucesivamente las espigas que se van formando. A menudo la lluvia las azota y el sol parece quemarlas. Pero la planta continúa sacando alimento del suelo y madurando bajo el efecto del calor.
Para nosotros⸴ cristianos⸴ es lo mismo: maduramos lentamente. Pero⸴ ¿qué puede ayudarnos a progresar espiritualmente? No es el ocuparnos de nosotros mismos⸴ pensar en nuestro desarrollo personal⸴ sino impregnarnos pacientemente⸴ en nuestro interior⸴ del ejemplo de Jesús⸴ y esforzarnos para agradarle mediante nuestra manera de vivir. Contemplarlo a él nos transforma “en la misma imagen” (2 Corintios 3:18).
Progresamos cuando nuestro gozo abunda en el Señor⸴ pero muchas veces crecemos más a través de las dificultades. Los fracasos y las tristezas⸴ atravesados con el Señor⸴ nos enseñan a conocernos mejor y a conocer más la fidelidad y el amor de Dios. También nos ayudan a comprender un poco a los que nos rodean.
Así como los padres se alegran por los progresos de sus hijos⸴ Dios está atento al desarrollo espiritual de aquellos que pasaron a ser⸴ mediante el nuevo nacimiento⸴ sus hijos e hijas. Y su deseo es que cada uno de ellos se parezca cada vez más a Jesús⸴ “el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2).
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