Devocional 2017-11-08
QUEJAS ESTÉRILES U ORACIONES SINCERAS
Invoqué en mi angustia al Señor⸴ y él me oyó; desde el seno del Seol clamé⸴ y mi voz oíste. Cuando mi alma desfallecía en mí⸴ me acordé del Señor⸴ y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. Jonás 2:2⸴ 7
Bueno es el Señor a los que en él esperan⸴ al alma que le busca. Lamentaciones 3:25
Un libro de la Biblia fue titulado: “Lamentaciones de Jeremías”. Sin embargo estas lamentaciones no son lloriqueos. El profeta expresa⸴ llorando⸴ su tristeza⸴ pero no para quejarse⸴ sino para orar a Dios ante los sufrimientos reales y profundos de su pueblo.
¡A menudo nuestras quejas son completamente distintas! Nos quejamos un poco de todo⸴ y sobre todo de los demás. Nos entristecemos y entristecemos a los que nos rodean.
En la Biblia⸴ la lamentación no es una recriminación⸴ sino una oración. Es la súplica de un creyente cuando pasa por grandes sufrimientos y pide la simpatía y la ayuda de Dios. Así oraron creyentes como Job⸴ Ezequías⸴ Jeremías⸴ Jonás… Lloraron y dijeron a Dios aquello que no podían decir a ninguna otra persona. Sus “lamentaciones” no eran resignación ni una rendición⸴ sino el lenguaje de su fe en una situación extrema que no comprendían.
Aprendamos a reemplazar nuestras quejas estériles por oraciones sinceras⸴ incluso expresadas en “lamentaciones” y súplicas. En medio del sufrimiento⸴ en vez de dar curso a la crítica o al resentimiento⸴ dejémonos penetrar por la Palabra de Dios⸴ viva y eficaz. Entonces “la paz de Dios⸴ que sobrepasa todo entendimiento⸴ guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).
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