Devocional 2018-01-12
EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS (1)
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32
Lámpara es a mis pies tu palabra⸴ y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105
Liuba era una joven rusa encarcelada de por vida debido a un asesinato. Tenía sida y pensaba que su existencia carecía de sentido. Estaba tan desesperada que cuando iba a suicidarse⸴ se le ocurrió pedir un último socorro al cielo. Ella dijo a Dios: «Si todavía me amas⸴ después de todo lo que hice⸴ ¡respóndeme!».
Alguien le había dado una Biblia y la joven la abrió en el libro de Mateo: “No he venido a llamar a justos⸴ sino a pecadores” (Mateo 9:13). Así decía el primer pasaje que leyó y que la impactó grandemente. “Venid luego⸴ dice el Señor⸴ y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana⸴ como la nieve serán emblanquecidos” (Isaías 1:18)⸴ confirmaba el segundo. El tercer pasaje hablaba del malhechor crucificado al lado de Jesús⸴ quien dijo: “Nosotros⸴ a la verdad⸴ justamente padecemos⸴ porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:41-43).
Alcanzada por la Palabra de Dios y anonadada por su amor⸴ Liuba se convirtió al Señor aquel día. Pasó a ser una testigo de Cristo en la cárcel donde estaba. Gracias a su influencia⸴ aquel siniestro lugar se fue transformando poco a poco: ya no se oían gritos salvajes ni había peleas entre criminales; a veces incluso las detenidas cantaban himnos.
(mañana continuará)
© Editorial La Buena Semilla⸴ 1166 PERROY (Suiza) ediciones-biblicas.ch – [email protected]
“