Devocional 2018-05-27
LA ORACIÓN
El que hizo el oído⸴ ¿no oirá? El que formó el ojo⸴ ¿no verá?… El Señor conoce los pensamientos de los hombres. Salmo 94:9⸴ 11
Me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. Bendito sea Dios⸴ que no echó de sí mi oración⸴ ni de mí su misericordia. Salmo 66:19-20
La oración no es la repetición de frases aprendidas de memoria⸴ que nos darían cierto mérito a los ojos de Dios.
La oración tampoco es un medio mágico para ganar los exámenes⸴ triunfar en los negocios o tener una garantía contra todo riesgo.
Tampoco es una especie de escapatoria para los débiles que tratan de huir⸴ o para los que no saben asumir sus responsabilidades.
La oración no debe ser el último recurso cuando todos los demás fracasan⸴ o en caso de dificultad mayor.
La oración es una conversación entre dos personas que existen realmente⸴ entre un ser humano y una persona divina. Es sencillamente hablar con Dios como lo hace un niño con su padre⸴ o hablar con Jesús⸴ quien vino a tomar nuestra condición humana. Es exponerle nuestras preocupaciones⸴ nuestras tristezas y alegrías⸴ nuestros proyectos⸴ y también darle gracias. Es tener la seguridad de que nos escucha⸴ de que nos responderá y nos dará lo que es bueno para quienes se dirigen a él.
Así como nos habla por medio de su Palabra⸴ la Biblia⸴ también desea que nosotros le hablemos mediante la oración⸴ de forma sencilla⸴ con nuestras palabras⸴ que son la expresión de un corazón sincero y confiado. “Dios es amor” (1 Juan 4:8)⸴ y el hecho de que nos escuche es la prueba de ello.
Alguien dijo que orar⸴ en cierto sentido⸴ es tener una puerta abierta al cielo.
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