Devocional 2018-06-11
DOS O TRES AÑOS DE MI VIDA
De ninguna cosa hago caso⸴ ni estimo preciosa mi vida para mí mismo⸴ con tal que acabe mi carrera con gozo⸴ y el ministerio que recibí del Señor Jesús⸴ para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:24
Cristo nos amó⸴ y se entregó a sí mismo por nosotros. Efesios 5:2
Un futbolista italiano declaró en junio del año 2012: «Daría dos o tres años de mi vida por jugar en la final del campeonato de fútbol de Europa». La pasión por el juego y quizá la gloria personal que podría obtener dominaban su vida.
Esta actitud es opuesta a la fe cristiana. Jesús nos advierte: “¿Cómo podéis vosotros creer⸴ pues recibís gloria los unos de los otros⸴ y no buscáis la gloria que viene del Dios único?” (Juan 5:44). Las pasiones y la búsqueda de la gloria⸴ a pesar de ser tan efímera⸴ motivan a los hombres en sus actividades⸴ pero a menudo los hacen olvidar a Dios.
En contraste⸴ cuando Jesús vino a la tierra⸴ vivió humildemente. Se puso al servicio de los demás para hacerles bien. No recibía gloria de los hombres (Juan 5:41). Al entregarse en la cruz por amor a nosotros⸴ no trató de buscar su propia gloria; lo hizo para salvarnos⸴ para librarnos del juicio que merecíamos.
Jesús nos dice que debemos nacer de nuevo⸴ y esto solo se obtiene creyendo en él. Entonces esta vida nueva nos animará⸴ y podremos consagrarnos a su servicio⸴ para su gloria⸴ con el deseo de honrarlo sirviendo a los demás. ¡Esto hace toda la diferencia! Vale la pena vivir para Cristo⸴ para Aquel que nos ama con un amor eterno. El apóstol Pablo decía: “Para mí el vivir es Cristo⸴ y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21). Tenía un único objetivo⸴ un único motivo e interés: Jesucristo⸴ su modelo.
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