DIOS NO MANDA LA GENTE AL INFIERNO.
En Lucas 16 Jesús nos hace un recordatorio. Él es la única persona que ha vivido sobre la tierra y que conoce personalmente el infierno. Y su descripción es la más confiable que jamás se haya escrito. Cada palabra de esta historia es importante: ‘ Había un hombre rico⸴ que se vestía de púrpura y de lino fino⸴ y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro⸴ que estaba echado a la puerta de aquél⸴ lleno de llagas⸴ y ansiaba saciarse de las migajas de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas ‘ ( Lucas 16⸴19-21).2 Observa el contraste. Un varón cuyo nombre no se menciona se revuelve en la inactividad. Un mendigo con nombre yace en su miseria. Entre ambos hay una puerta. Una puerta inmensa y fuerte. Adentro⸴ una persona está en fiesta permanente. Afuera⸴ una persona se muere de hambre. Y arriba⸴ un Dios justo dicta la sentencia. Cae la cortina de la muerte. Ambos mueren. ‘ Aconteció que murió el mendigo⸴ y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico⸴ y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos⸴ estando en tormentos ‘ ( Lucas 16⸴22-23). El mendigo⸴ que no tenía nada sino a Dios⸴ ahora lo tiene todo. El rico⸴ que lo tuvo todo excepto a Dios⸴ ahora no tiene nada. El mendigo⸴ cuyo cuerpo probablemente fue echado a un hueco junto con la basura⸴ es ahora honrado con un asiento cerca de Abraham. El rico⸴ quien seguramente fue sepultado en una tumba esculpida y ungido con aceites costosísimos es destinado al infierno por la eternidad. El dolor de Lázaro ha cesado. El dolor del rico apenas comienza. ¿ Cómo podría un Dios de amor mandar a las personas al infierno ? Esta pregunta la hace la gente frecuentemente. Dios no manda a la gente al infierno. Él simplemente respeta la decisión de la gente. El infierno es la expresión de la más alta preocupación de Dios por la dignidad del hombre. Nunca nos ha forzado a que lo escojamos a Él aun cuando eso pudiera significar que en cambio⸴ escojamos el infierno. Al fin y al cabo⸴ hay solo dos tipos de personas: los que dicen a Dios ‘ que se haga tu voluntad ‘ y aquellos a quienes al final⸴ Dios dirá⸴ ‘ que se haga tu voluntad ‘. Dios no manda gente al infierno. Las Escrituras no enseñan en ninguna parte que la gente inocente es condenada. La gente que va al infierno es la gente pecadora. Los rebeldes⸴ los que rechazan la salvación⸴ los que mueren en pecado⸴ porque la ‘ paga del pecado es muerte ‘⸴ dice Pablo en Romanos 6⸴23 .