DIOS NUNCA HA FALLADO.

El relato de los tres jóvenes hebreos que fueron arrojados al horno ardiente es muy conocido. El enemigo tuvo una aparente victoria. Parecía que los siervos del Dios viviente iban a sufrir una terrible derrota. Todos nos hemos encontrado en situaciones donde parecía que nos derrotaban⸴ y el enemigo se regocijaba. No podemos menos que imaginar la total derrota que aparentaba ser ésta para los amigos de Daniel. Fueron arrojados a las terribles llamas mientras sus enemigos observaban con el fin de verles arder. Pero esos enemigos tuvieron la gran sorpresa de ver que los jóvenes caminaban por el fuego⸴ disfrutando de la situación. Luego el rey Nabucodonosor les pidió que salieran del fuego. Los enemigos ‘se reunieron…para mirar a estos hombres; cómo el fuego no se había enseñoreado de sus cuerpos⸴ ni se había quemado el cabello de sus cabezas⸴ ni sus mantos se habían alterado⸴ ni el olor del fuego había quedado en ellos… Porque no hay otro dios que pueda librar así como él ‘ ( Daniel 3⸴27-29). Esta aparente derrota se convirtió en una victoria milagrosa.

Supongamos que estos tres hombres hubiesen perdido la fe y el valor⸴ y hubiesen protestado⸴ diciendo: ‘ ¿ Por qué no nos libró Dios del horno ?‘ Se habrían quemado⸴ y Dios no habría sido glorificado. Si en tu vida hay hoy alguna gran tragedia⸴ no cometas el error de considerar que se trata de una derrota. Por el contrario⸴ sigue creyendo con fe que saldrás victorioso por medio de aquel que puede hacerte ‘ más que vencedor ‘ ( Romanos 8⸴37)⸴ y pronto experimentarás una gloriosa victoria. Aprendamos que en todos los lugares difíciles en los que Dios nos coloca⸴ nos da oportunidades para ejercitar la fe en él⸴ una fe que arrojará resultados positivos y glorificará grandemente su nombre.

Ten la seguridad de que si caminas con Cristo⸴ si pones en él la mirada⸴ y si esperas su ayuda⸴ él nunca te fallará. Un creyente de edad⸴ que ha conocido al Señor durante cuarenta y cuatro años⸴ escribió lo siguiente como aliento para ti: ‘ Dios nunca me ha fallado. Aun ante mis más grandes dificultades⸴ las pruebas más duras y pobreza y necesidad más profundas⸴ jamás me ha fallado ‘. (George Mueller)