EL DIOS VIVIENTE

El Espíritu Santo⸴ en las profecías dice: ‘ Les quiero dar de lo que está en el bolsillo⸴ en el baúl. Lo mío no es como la pólvora que se gasta rápido. Saben que conmigo pueden ir haciendo números y⸴ sólo van a sumar. Deben de creer que por lo que luchan ya ha sido ganado en la cruz del Calvario. Todos aquellos que se sientan acorralados⸴ oprimidos⸴ que no han podido dejar un vicio; les daré fuerzas y podrán abandonar todo lo que les impide avanzar ‘.
La Biblia dice: ‘…Cuando el rey estuvo cerca⸴ llamó con voz triste a Daniel⸴ diciendo: – Daniel⸴ siervo del Dios viviente⸴ ¿ pudo tu Dios⸴ a quien sirves con tanta fidelidad⸴ librarte de los leones? Y Daniel le respondió: – ¡ Que viva Su Majestad para siempre ! Mi Dios envió su ángel⸴ el cual cerró la boca de los leones⸴….Entonces el rey Darío…ordenó y mandó que en todo el imperio se respete y reverencie al Dios de Daniel⸴ porque él es el Dios viviente⸴ y permanece para siempre. Su reino no será jamás destruido ni su poder tendrá fin ‘ (Daniel 6⸴ 21-27).
Encontramos muchas veces la expresión el Dios viviente en las Escrituras y⸴ no obstante⸴ se trata de algo que somos muy propensos a olvidar. Sabemos que está escrito el Dios viviente⸴ pero en nuestra vida diaria prácticamente no hay nada que perdamos de vista con tanta frecuencia como el hecho de que Dios es el Dios viviente. Olvidamos que él es ahora exactamente lo que era hace tres o cuatro mil años⸴ que tiene el mismo poder soberano⸴ que extiende el mismo amor lleno de gracia a todos los que le aman y le sirven. Pasamos por alto el hecho de que hará por nosotros ahora lo que hizo miles de años atrás por otros⸴ simplemente porque él es el Dios viviente que no cambia. ¡Qué razón más sublime para confiar en él y⸴ en nuestros momentos más oscuros⸴ no perder de vista el hecho que sigue siendo el Dios viviente⸴ y que lo será siempre !