EL ESPEJO DE DIOS Y EL ESPEJO DEL DIABLO.

Jesús era Dios y hombre. Por ser Dios⸴ sabía lo que iban a hacer con Él sus acusadores. Sabía que le iban a arrancar la barba. Sabía que lo iban a atar a un poste para azotarlo hasta que se le vieran las entrañas por la espalda. Sabía que iban a desnudarlo⸴ colgarlo desnudo y humillarlo. Sabía que le iban a poner aquel leño en la espalda. Sabía que iban a tomar la corona de espinas y le iban a enterrar aquellas espinas de casi diez centímetros en el cuero cabelludo. Sabía que iban a tomar aquellos clavos y se los iban a enterrar en las manos y los pies. Sabía que iban a tomar una lanza y le iban a perforar el costado con ella. Era Dios⸴ y sabía lo que estaba a punto de sucederle. Por ser hombre⸴ sabía que iba a sentir el látigo en la espalda. Sabía que le iba a doler cuando le arrancaran la barba. Sabía que iba a sentir cuando le traspasaran las manos con los clavos. No iba a escapar ni al dolor ni a la humillación. En el huerto de Getsemaní⸴ Jesús sabía lo que le iba a suceder. Su espíritu estaba dispuesto a hacer lo que Dios quería que hiciera⸴ pero su carne era débil y quería escapar a la agonía y las torturas a la que estaba a punto de enfrentarse. Jesús tenía por delante la misma batalla que tuvo Adán: seguir su propia voluntad⸴ o seguir la del Padre. ‘Yendo un poco adelante⸴ se postró sobre su rostro⸴ orando y diciendo: Padre mío⸴ si es posible⸴ pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero⸴ sino como tú ‘ ( Mateo 26⸴39). La Biblia dice que Jesús se levantó de donde estaba orando⸴ fue a hablarles a sus discípulos⸴ volvió a aquel lugar y oró de la misma forma una segunda vez y una tercera ( Vea mateo 26⸴40-44). Se estaba produciendo una lucha en su interior: la voluntad del Padre contra la voluntad del hombre. Y estando en agonía⸴ oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra’ ( Lucas 22⸴43-46). El DIABLO quiere que nos miremos en su espejo. Cuando nos vemos en el espejo del diablo⸴ decimos: ‘ Me declaro culpable. Soy adicto a las drogas. Soy una persona de mal carácter. Soy una persona deprimida. No soy bueno. Nunca me voy a superar ‘. Satanás hace todo cuanto puede para recordarnos que somos pecadores e indignos; hace todo cuanto está a su alcance para hacernos sentir como que nunca vamos a triunfar⸴ ni a lograr nada. Cuando usted se mira en el espejo de la Palabra de Dios⸴ usted se verá como lo mira Dios. Él lo ve sano⸴ sin enfermedades. Lo ve libre⸴ sin esclavitudes. Lo ve lleno de gozo y no de angustia. Lo ve como un triunfador⸴ y no como un vencido. Aunque alguien no tenga fuerza de voluntad para triunfar⸴ en Jesucristo su fuerza de voluntad ha sido rescatada y redimida por su Sangre bendita.