EL INFIERNO ETERNO.

La Escritura dice: ‘ Aconteció que murió el mendigo⸴ y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico⸴ y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos⸴ estando en tormentos ‘ ( Lucas 16⸴22-23). Jesús nos lleva en esta cita a los límites del infierno y nos revela sus horrores. El rico está en un tormento inevitable. Algunos versículos hacen referencia a su dolor. (A) ‘ Y en el Hades alzó sus ojos⸴ estando en tormentos ‘ ( versículo 23)⸴ (B) ‘ Estoy atormentado en esta llama ‘ (Versículo 24)⸴ (C) ‘ Este ( Lázaro) es consolado aquí⸴ y tú atormentado ‘ ( versículo 25)⸴ (D) ‘ Tengo ( el rico) cinco hermanos para que ( Lázaro ) les testifique⸴ a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormentos ‘ ( versículo 28). Quizás la última frase sea la más elocuente. El rico define su nuevo hogar como un ‘ lugar de dolor’. Sufre cada fibra de su ser. Y lo que es peor ( sí⸴ hay algo peor) él puede ver el lugar de confort que nunca conocerá. Alza sus ojos y ve al mendigo que una vez vivió a las puertas de su mansión. Ahora es el rico el que pide. ‘ El rico vio de lejos a Abraham con Lázaro a su lado. Y clamó⸴ ¡ Padre Abraham⸴ ten misericordia de mí ! Envía a Lázaro a que moje su dedo en agua y refresque mi lengua⸴ porque estoy sufriendo en este fuego ‘ ( versículo 23-24). El infierno sería tolerable si sus habitantes fueran robotomizados. Pero no lo son. Están conscientes. Y Hacen preguntas. Hablan. Claman. De todos los horrores del infierno⸴ el peor debe ser el conocimiento que el sufrimiento nunca terminará. ‘ Estos irán a castigo eterno⸴ pero los justos a vida eterna ‘ ( Mateo 25⸴46). Para describir la duración del castigo se usa el mismo adjetivo que para describir la duración de la vida en el cielo: eterno. Los buenos viven ‘eternamente ‘. Los malos son castigados ‘eternamente ‘. Apocalipsis 14⸴11 es igualmente angustiante: ‘ Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen ⸴ ni nadie que reciba la marca de su nombre ‘. No hay segunda oportunidad para los pecadores; no hay purgatorios de purificación de almas y después el cielo; no habrán misiones evangelizadoras al infierno como tampoco habrán excursiones de fin de semana al cielo: ‘ Entre nosotros y vosotros hay puesta una gran sima⸴ de modo que los que quieren ir de aquí hacia allá no pueden⸴ ni tampoco se puede venir de allá para acá ‘ ( Lucas 16⸴26). Entender el infierno es orar más intensamente y servir más diligentemente. Es luchar por llevar almas al cielo.