EL SACRIFICIO DE LA MISA

En la misa⸴ se ofrece a Jesucristo a diario en los altares como sacrificio propiciatorio a Dios por los vivos y los muertos. Los parientes y amigos vivos pagan para que se hagan misas para beneficio de las almas en el purgatorio. Cuando el sacerdote bendice el pan ( la hostia) y el vino⸴ ROMA enseña que éstos se transforman verdaderamente en el cuerpo y la sangre del Señor. Esta es la doctrina de la TRANSUBSTANCIACIÓN: Cristo es sacrificado de nuevo⸴ en un sacrificio no cruento que es considerado continuación del de la cruz. En Hebreos 9⸴12 dice: ‘ entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros⸴ sino con su propia sangre⸴ logrando así un rescate eterno ‘. En Hebreos 9⸴ 24-27 dice: ‘ Cristo no entró en santuario hecho por manos humanas⸴ simple copia del verdadero santuario⸴ sino en el cielo mismo⸴ para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. Ni entró en el cielo para ofrecerse vez tras vez⸴ como entra el sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. Si así fuera⸴ Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario⸴ ahora⸴ al final de los tiempos⸴ se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo. Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez⸴ y después venga el juicio⸴ también Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez⸴ ya no para cargar con pecado alguno⸴ sino para traer salvación a quienes lo esperan ‘. El sacrificio de Cristo fue realizado de una vez por todas. Él ya no volverá a morir ( Romanos 6⸴9). Está ahora en los cielos⸴ y no puede ser sacrificado nuevamente cada día en miles de altares (Filipenses 2⸴8-9; Hechos 2⸴33-36). En el año 1215 ROMA adoptó la idea de que el vino y el pan se convertían verdaderamente en el cuerpo y la sangre de Cristo. Cuando Cristo dijo: ‘ Esto es mi cuerpo ‘ (Mateo 26⸴26)⸴ su cuerpo físico estaba presente en medio de ellos. Evidentemente hablaba en lenguaje figurado⸴ puesto que no tenía dos cuerpos: uno en la mesa y el otro que todos veían. En realidad quería decir: ‘lo que el pan es para el cuerpo⸴ lo soy yo para el alma ‘. Hablaba en el mismo sentido figurado cuando dijo: ‘ Yo soy la puerta … Yo soy la vid … Yo soy la luz … Yo soy el camino …. ‘ No quería decir que fuera una puerta de madera⸴ o una cepa de uvas con raíces y hojas⸴ en un sentido literal. Es importante que usted tenga claro que la doctrina de la transubstanciación fue asumida en el siglo trece después de Cristo; eso denota que no era una creencia de la iglesia primitiva.