FUERA EGIPTO.

El Señor nos dice en 2 Reyes 19⸴ 32-34: ‘ Acerca del rey de Asiria dice el Señor: no entrará en Jerusalén⸴ no le disparará ni una flecha⸴ no la atacará con escudos ni construirá una rampa a su alrededor. Por el mismo camino por donde vino⸴ se volverá; no entrará en esta ciudad. Yo⸴ el Señor⸴ doy mi palabra. Yo protegeré esta ciudad y la salvaré⸴ por consideración a mi siervo David y mí mismo . ‘ La tierra en la que Israel estuvo esclavizado⸴ era regida por un gobernante cruel y tiránico que se creía casi un dios todopoderoso. Golpeados y despreciados⸴ los israelitas eran tratados poco mejor que ganado⸴ de acuerdo con las órdenes del Faraón⸴ el Dictador. Faraón dio origen a dos prácticas que perseguirían al pueblo hebreo durante siglos futuros; la vergüenza de ser tratados como animales por los duros soldados enemigos⸴ y la humillación de un orgullo nacional destrozado por un gobierno inflamado de odio⸴ en este caso⸴ Egipto. En términos generales⸴ este territorio fue uno de cadenas⸴ pobreza y lágrimas-sin mencionar el látigo. Todos nosotros nacimos en Egipto- no me refiero al hospital general del Cairo. Todos nosotros nacimos allí bajo la autoridad territorial de Satanás⸴ como esclavos de un tirano QUE NOS ODIA a nosotros y a nuestro Dios. Todos nosotros nacimos como ‘ hijos de ira’: Dice Efesios 2⸴3: ‘ Entre los cuales también nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne⸴ haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos⸴ y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás ‘. Dios promete liberar a Israel de la esclavitud y conducirlo a una tierra diferente; de abundancia⸴ donde fluye la leche y la miel. Esta es la tierra del reposo. ‘ Este es vuestro territorio ‘ ( Josué 1⸴4). Este es el territorio donde Dios quiere que vivamos⸴ no en las cadenas de Satanás⸴ no vagando por un desierto agobiante⸴ deseando saciarnos la sed que solo Él nos la puede saciar. Este es nuestro territorio. este es el lugar al que pertenecemos. Esta es la tierra de la promesa (Josué 1⸴2). Usted no debe aceptar que el diablo te haga regresar a Egipto. Usted no debe aceptar de Satanás caer de nuevo en humillación y derrota. Usted no debe aceptar que el diablo te diga que eres un vil gusano⸴ que eres trapo de inmundicia.⸴ que eres un inútil. Diga en voz alta: ‘ Yo no acepto del diablo que diga que soy derrotado⸴ un arruinado⸴ un digno de lástima. No lo acepto en el nombre de Jesús⸴ porque en Cristo soy un hijo o una hija de Dios⸴ según Juan 1⸴12; soy un rey o una reina⸴ según Apocalipsis 1⸴6. Declaro que Dios es mi protector⸴ que mi familia⸴ mi matrimonio⸴ mis finanzas⸴ mi salud⸴ mi todo⸴ está en sus manos.