HALLOWEEN, FIESTA DE MALDAD.

Halloween es el día en que brujos  y adivinos⸴ se reúnen en una adoración sistemática del mal⸴ invocando al diablo para obtener poder.

Se deriva de los ritos de los DRUIDAS (sacerdotes de tribus europeas llamadas celtas) para celebrar el día en que el demonio Samhain⸴ invocaba a los malos espíritus a reunirse la última noche del año para visitar sus hogares en la tierra.

Los druidas  creían en la inmortalidad del alma⸴ la cual -según decían- se introducía en otro individuo al abandonar el cuerpo de un recién fallecido. Rendían culto a numerosos dioses y a objetos naturales como árboles y pozos; y sus sacerdotes⸴ los druidas⸴ que generalmente eran adivinos⸴ magos o brujos⸴ acostumbraban prender grandes fogatas en ‘Halloween’⸴ aparentemente con el propósito de protegerse de los malos espíritus. Creían en la reencarnación⸴ especialmente en la trasmigración del alma que enseña que los seres humanos pueden otra vez renacer en animales. Estuvieron involucrados en la brujería⸴ en las ciencias ocultas⸴ en la magia⸴ en la astrología⸴ en las comunicaciones con los espíritus y en la adoración de la naturaleza. Adoraban los árboles. Druida significa sacerdote al culto del árbol del Roble.

Muchos grupos satánicos consideran el Halloween su noche especial⸴ porque según ellos⸴ dijo Anton La Vey⸴ Sacerdote de Satanás en San Francisco California⸴ que ya murió: “La noche del Halloween es el único día del año cual el diablo me escucha y le invocamos para pedirle ayuda”. El Satanismo y la brujería van de la mano. No es de extrañarse que el día de Halloween sea el día en que se busca sacrificarse a los niños.

Como padre creyente⸴ usted tiene la responsabilidad de no permitir a sus niños que sean expuestos a una celebración en una celebración donde se dan transferencia de demonios que van a ser llevados a su casa. Esa noche hay más espíritus inmundos en los aires que ningún otro día del calendario.