IRA Y AUTOPROTECCIÓN.

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IRA Y AUTOPROTECCIÓN.

21 enero, 2019 Tratados 0

La ira puede también usarse en un intento de asegurar que otros no se acerquen lo suficiente como para descubrir nuestra debilidad. Igual que el puerco espín⸴ usamos púas de antagonismo e intimidación para mantener a los demás a distancia⸴ protegiendo así la delicada piel de nuestras propias inseguridades y defectos. Piensa en las personas a quienes encuentras intimadoras. Tal vez es tu jefe⸴ o tu padre⸴ o tu cónyuge. A menudo son personas que usan la ira para crear un espacio para ellos. Puede que den la impresión de ser fuertes y confiados en sí mismos. Pero debajo de esa bravura hay debilidad. No pueden darse el lujo de permitir que nadie se les acerque lo suficiente para ver su temor o su inseguridad.



Aunque el rey Saúl es un ejemplo de la ira en el Antiguo Testamento⸴ el rey Herodes es un ejemplo notable del Nuevo Testamento. Él también usaba su rabia con fines de auto protección. Detrás de la airada exhibición de fuerza había una persona aterrorizada y débil que intentaba crear un margen de seguridad para sí mismo. Su temor paranoide cuando nació el Rey de los judíos le condujo a ordenar la matanza de cientos de niños judíos de dos años de edad o menos en toda Belén. Mateo 2⸴ 16 dice: ‘ Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios lo habían engañado⸴ se llenó de ira y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo que vivían en Belén y sus alrededores⸴ de acuerdo con el tiempo que le habían dicho los


sabios. Así se cumplió lo escrito por el profeta Jeremías : ‘ Se oyó una voz en Ramá⸴ llantos y grandes lamentos. Era Raquel⸴ que lloraba por sus hijos y no quería ser consolada porque ya estaban muertos ‘. Con igual ansiedad asesinó inmisericordemente a su esposa y a todos sus hijos por temor de que le fuesen a matar a él y tomasen su trono. Se decía en su época que era mejor ser un cerdo en Israel y no uno de los hijos de Herodes⸴ puesto que se tenía así más posibilidades de vivir. Herodes no confiaba más que en sí mismo. No tenía concepto alguno de la seguridad que hallamos en Dios.



Las funciones de autoprotección⸴ desvío y distanciamiento de la ira pueden hacernos sentir como que nos benefician. Como resultado⸴ podríamos ciegamente aferrarnos a ella hasta la muerte. El rey Saúl confió en su ira hasta el día de su muerte. Y al final⸴ escogió morir de la misma forma en que vivió: como un cobarde que rehusaba enfrentar su dolor cometiendo suicidio ( 1 Samuel 31⸴4). Su airada obsesión de controlar su mundo le costó todo. Murió solo y sin amor.



Santiago 1⸴19-20 expresa claramente que nuestra arrebatada ira no logra los propósitos de Dios en nuestras vidas: ‘ Por esto⸴ mis amados hermanos⸴ todo hombre sea pronto para oír⸴ tardo para hablar y enpojarse; porque el hombre enojado no hace lo que es justo ante Dios ‘.