JESÚS Y LA SABIDURÍA.

El apóstol Pablo dice que ‘ a cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común’ ( 1 Corintios 12⸴7)⸴ y empieza a enumerar los diversos carismas con la ‘ palabra de sabiduría’ ( 1 Corintios 12⸴7). La palabra de sabiduría es un carisma que nos proporciona en un momento dado los conocimientos necesarios para defender la fe⸴ para dar testimonio del Señor o para solucionar un problema difícil⸴ o para ver la manera de realizar un plan que el Señor nos ha mostrado individual o comunitariamente. Aquí no se trata de la sabiduría humana⸴ fruto del estudio o de la experiencia⸴ sino de un conocimiento sobrenatural que en un momento dado nos proporciona el Espíritu de Verdad y que lo hace para crecimiento y renovación de la Iglesia. Este carisma consiste en recibir en forma súbita y bajo la acción directa del Espíritu Santo los conocimientos necesarios para enfrentarnos a una situación difícil⸴ dar la respuesta o solución acertadas a preguntas o problemas difíciles. Salomón oró : ‘ Concede⸴ pues⸴ a tu siervo un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo ‘ ( 1 Reyes 3⸴9). Se puso en evidencia que poseía este don cuando dos mujeres fueron a él con sus bebés⸴ uno muerto y el otro vivo. Cada madre reclamaba al niño vivo como propio. Por una palabra de sabiduría Salomón pudo resolver el problema públicamente⸴ sugiriendo que el niño vivo fuera cortado en dos. En tanto una madre estuvo de acuerdo⸴ la otra suplicó que la primera se quedara con el bebé. Salomón ordenó que le dieran al bebé a esta última⸴ reconociendo que era su verdadera madre ( 1 Reyes 3⸴ 16-28). En el Nuevo Testamento⸴ Jesús advirtió a sus discípulos de la persecusión que vendría. A la vez les prometió que les daría palabra y sabiduría⸴ la cual no podrían resistir ni contradecir todos los que se opongan ( Lucas 21⸴ 15). La manifestación del don de sabiduría se ve maravillosamente clara en la vida de Jesús. En Mateo 22⸴15-22⸴ éste es el relato. Los fariseos estaban seguros de tener una forma de enredar a Jesús. En presencia de algunos romanos⸴ le preguntaron si le era legal a un judío darle tributo al César. Si Jesús les respondía que le debían dar tributo al César⸴ le iban a caer encima⸴ juzgando que era un instrumento de Roma y enemigo del pueblo judío. En cambio⸴ si respondía que no se le debía dar tributo al César⸴ el gobernador romano lo acusaría de traición y lo encarcelaría. Estaban muy seguros de su trampa⸴ pero se quedaron asombrados ante la palabra de sabiduría de Jesús: ¡ Dar al César lo que es del César y⸴ a Dios lo que es de Dios !