LA ABSOLUCIÓN DE LOS PECADOS.

Materiales bíblicos para el mundo

LA ABSOLUCIÓN DE LOS PECADOS.

21 enero, 2019 Tratados 0

La Biblia afirma ampliamente que es Dios el que perdona ( Nehemías 9⸴17; Daniel 9⸴9). El rey David se arrepintió de su pecado⸴ lo confesó a Dios y fue perdonado ( Salmo 32 y 51 ). El perdón de Dios incluye el no acordarse más del pecado (Jeremías 31⸴ 34)⸴ y el sepultarlo ‘ en lo profundo del mar ‘ ( Miqueas 7⸴19). El Nuevo Testamento declara la autoridad de Cristo para perdonar: ‘Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados …. ‘ ( Marcos 2⸴10 ; Hechos de los Apóstoles 13⸴38).



ROMA dice que para recibir el perdón de los pecados⸴ se deben confesar todos los pecados de acción⸴ palabra o pensamiento de que se tenga memoria. Si la persona oculta parte de ellos⸴ la absolución que le da el confesor será inválida. Para ayudar al penitente a vencer cualquier timidez y hacer una confesión completa⸴ el confesor suele preguntarle si ha hecho o pensado tal o cual cosa.



La absolución divina no depende de que hagamos una relación completa de nuestras faltas. El publicano solamente oró diciendo: ‘ Dios⸴ sé propicio a mí⸴ pecador ‘⸴ y recibió el perdón. Jesús dijo: ‘ os digo que este descendió a su casa justificado… porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.’ ( Lucas 18⸴13-14). No tenemos que remover el fango en busca de pecados ya olvidados: Dios conoce todos sus tristes detalles. Basta que reconozcamos nuestra maldad con un arrepentimiento sincero. Si acudimos directamente a Dios⸴ El nos perdonará y nos dará una mente limpia.



En las Escrituras se nos menciona que hay ocasiones que los hermanos debemos confesarnos las faltas los unos a los otros y orar los unos por los otros⸴ pero esto no tiene nada que ver con el sistema que se sigue en la confesión auricular ( la que se hace al sacerdote)⸴ ni el ambiente en medio del cual se desarrolla . Santiago 5⸴16 dice: ‘Confesaos vuestras faltas unos a otros⸴ para que seáis sanados ‘. Una lectura superficial de esta declaración podría dar la impresión de que debemos contar a los demás todo acerca de nuestros pecados secretos. ¡ Pero esto no es en absoluto lo que aquí se está diciendo! Santiago se refiere a que cuando pecamos contra alguien⸴ deberíamos estar dispuestos a confesar este pecado a la persona a la que hemos dañado.



La Biblia enseña que debemos hacer confesión de nuestra falta ante aquel a quien hayamos ofendido. Quien le robe un pan al panadero⸴ no podrá conseguir que lo perdone el carnicero⸴ por mucho que se lo suplique. Igualmente⸴ si hemos ofendido a Dios⸴ es a Él al que le hemos de confesar nuestro pecado⸴ y sólo Él nos lo podrá perdonar. (1 Juan 1⸴ 5-10; Salmo 32⸴5).