LA ARMADURA DE DIOS
Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo (Efesios 6:11).
La guerra espiritual es importante porque no luchamos contra seres humanos⸴ sino contra poderes⸴ contra autoridades⸴ contra potestades que dominan este mundo de tinieblas⸴ contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales (Efesios 6:12).
Pablo menciona la armadura de Dios⸴ Manténganse firmes⸴ ceñidos con el cinturón de la verdad⸴ protegidos por la coraza de justicia⸴ y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto⸴ tomen el escudo de la fe⸴ con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu⸴ que es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento⸴ con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos (versículos 14-18). Necesitamos la verdad⸴ porque la verdad nos hace libres. Necesitamos justicia⸴ el don de la justicia que Dios da por medio de la fe en Cristo⸴ que nos guía a vivir justamente en él.
La fe en Dios nos ayuda a perseverar con la paz de Dios⸴ todas las acusaciones de Satanás⸴ porque sabemos que no importa de qué nos acuse⸴ ya hemos sido perdonados⸴ no necesitamos llevar el peso de la culpa o temer al fracaso. Además⸴ la fe nos da perseverancia y paz al enfrentar las tragedias⸴ las injusticias y las pruebas de la vida.
Cuando nuestros pies está protegidos por el evangelio de paz⸴ estamos listos para ir donde sea con la seguridad pacífica de la fiel Palabra de Dios. Cuando Dios está con nosotros⸴ ¿quién puede estar contra nosotros? Cuando Jesús fue tentado por Satanás⸴ resistió citando la Palabra de Dios. Somos más fuertes espiritualmente cuando conocemos y confiamos en lo que Dios ha dicho.
Pablo termina su lista de la armadura espiritual recordándonos que la fuerza espiritual viene sólo de Dios⸴ así que necesitamos orar en el Espíritu en todo momento⸴ con peticiones y ruegos y por todos los santos (versículo 18). La batalla depende del Señor⸴ y ya que nosotros no sabemos dónde atacará el enemigo⸴ nuestra vida debe estar caracterizada por la oración.