LA CONFESIÓN DE UN PADRE.

Materiales bíblicos para el mundo

LA CONFESIÓN DE UN PADRE.

21 enero, 2019 Tratados 0

La Biblia dice en Efesios 6⸴ 4 : ‘ Ustedes⸴ padres⸴ no hagan enojar a sus hijos⸴ sino más bien críenlos con disciplina en el amor al Señor. ‘



La siguiente confesión⸴ es la de un padre a su hijo. Lo único lamentable es que lo hace cuando está durmiendo. Lo idóneo era hacerlo despierto y cara a cara.



‘ Hijo mío⸴ escúchame en silencio. Sólo entré en tu dormitorio mientras tú⸴ con tu manita bajo la cabeza⸴ con tu cabello pegado a tu frente sudorosa⸴ duermes tranquilamente. Hace unos momentos mientras leía en la sala⸴ me inundó una ola de remordimiento⸴ y por ella vencido⸴ vengo a arrodillarme al lado de tu cama y te descubro los pensamientos de mi frío corazón.



Hijo mío⸴ hoy te regañé. Te regañé cuando te vestías⸴ sólo una vez te pasaste la toalla por la cara. Te regañé por no lustrar los zapatos. Te regañé con colera al ver tus cosas en el suelo. En el desayuño también te regañé cuando dejaste caer tu comida sobre el mantel y llenaste mucho tu boquita y porque descansaste los codos sobre la mesa y echaste demasiada mantequilla en tu pan. Y todavía cuando saliste a jugar y yo iba a tomar el bus diste la vuelta y moviendo la manita me dijiste: ‘ Adiós⸴ papito ‘. Y yo con mal humor te reprendí: ‘ Levanta los hombros. Anda recto.’


En la tarde todo comenzó de nuevo. Al acercarme a la casa⸴ te vi jugando a las canicas en la tierra. Habías hecho roturas en tu pantalón y te humillé delante de tus compañeros⸴ haciéndote marchar delante de mí a la casa. ‘ Los pantalones son caros’⸴ te dije. ‘ Y si a ti te tocara comprar tu ropita tendrías más cuidado. ‘ Imagínate⸴ hijito mío⸴ palabras semejantes de tu padre tan insensato⸴ tan estúpida manera de hablarte.



¿ Te recuerdas que después de la comida⸴ cuando yo estaba leyendo te asomaste con timidez y desconfianza en tus ojitos ? Y cuando yo levanté los ojos del libro⸴ me impacienté por tu interrupción. Te detuviste en la puerta⸴ mientras te grité⸴ ‘ ¿ Qué haces ?’ No dijistes nada⸴ sino que con un salto de alegría echaste tus bracitos alrededor de mi dura cerviz y me besaste vez tras vez .



Tu bracito me apretó con un afecto que Dios mismo había impartido en tu corazoncito⸴ afecto que todo el abuso y el descuido mío no había logrado marchitar y después fuiste solito a tu dormitorio.



No mereces el trato que yo te doy. Tu corazoncito es tan ancho como el alba que se extiende sobre el horizonte en la madrugada. Todo esto tú me dijiste en aquel abrazo y en los besos que me diste esta noche. Así que he venido al lado de tu cama⸴ con emociones que me ahogan de vergüenza.