LA CONVERSIÓN DE NICKY CRUZ

‘ Porque no me avergüenzo del evangelio⸴ porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree: al judío primeramente⸴ y también al griego.’ ( Romanos 1⸴16).
Una pistola que no funcionó y la consoladora frase ‘ Cristo te ama ‘; estos fueron los puntos claves para que el jefe de una temible pandilla neoyorquina encontrara nueva vida.
Nicky Cruz nació en Puerto Rico⸴ pero ha pasado la mayor parte de su vida en Nueva York. Desde temprana edad tuvo problemas en su hogar. Su madre lo desconoció como hijo. Dice él: ‘ Esto creó en mí un conflicto que me hizo pelear contra la sociedad⸴ y contra aquellos seres queridos⸴ pues me habían engañado. Odiaba a la sociedad⸴ a la policía y a mis padres. Quería vengarme’.
Integró la pandilla de los Mau- Mau⸴ un grupo de doscientos muchachos que como cualquier otra pandilla⸴ vivían como holgazanes. En la pandilla encontró a otros con conflictos interiores⸴ a otros que se sentían maltratados por la sociedad⸴ a otros que venían de hogares destruidos.
Pero una pandilla no es un club social que busca el mejoramiento de sus miembros. Existe para ‘ proteger su territorio ‘; para engrandecer su reputación’; para obtener dinero⸴ para satisfacer
las lascivias de la vida⸴ para practicar los vicios; para pelear contra otras pandillas y hasta contra la sociedad misma mediante asaltos⸴ robos y aun asesinatos.
A sabiendas de todo esto Nicky se hizo miembro de la pandilla. A los seis meses era jefe de ella. Una noche fue con otro muchacho a cometer un asalto con pistola. Pusieron al hombre contra la pared⸴ amenazándolo con el revolver. Nicky quiso quitarle el dinero⸴ a la vez que le tapaba la boca al asaltado para que no gritara. El hombre le mordió la mano a Nicky. Le ordenó al complice que disparara. ¡ El muchacho apretó el gatillo cuatro veces⸴ pero la bala no salió !
Esto quedó grabado en Nicky. ¿ Qué poder detuvo esas balas ? Lo que no sabía era que tiempo después⸴ Dios le estaba mandando un ministro suyo⸴ llamado David Wilkerson⸴ para que le dijera que ‘ Cristo lo amaba’ y experimentará en su vida ese poder que detuvo la bala y que más tarde lo iba a liberar de la droga y de la vida vacía que llevaba con esta pandilla. Así fue; un joven cuyo destino era morir en la calle por una puñalada o por una bala⸴ ahora va por muchas partes advirtiendo acerca del espíritu maligno que se mete en los corazones y lo hace cometer atrocidades⸴ pero sobre todo anuncia al Cristo que transformó su vida y puede hacerlo en otros.