LA DESVIACIÓN DE LA IRA.

El temor que se apodera de nuestros corazones es un temor que crece por la falta de fe y confianza en que Dios es realmente quien dice que es. ‘ Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe⸴ porque para acercarse a Dios⸴ uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan’ (Hebreos 11⸴5). El rey Saúl es sinónimo de una ira egoísta que lo único que oculta es un gran miedo. Detrás de su ira había temor. Se sentía amenazado por los éxitos militares y la creciente fama de David ( 1 Samuel 18⸴5-9). Saúl se sentía seguro de que la intención de David era robarle el reino. No obstante⸴ el verdadero problema de Saúl no era con su siervo sino con Dios. Una vez el profeta Samuel le dijo que el Señor lo había rechazado por su desobediencia ( 1 Samuel 15⸴22-29). La respuesta de Saúl confirmó las palabras de Samuel. En lugar de arrepentirse honestamente de su pecado y colocarse en las manos de Dios⸴ Saúl concibió una estrategia asesina de autoprotección . Esto lo leemos en 1 Samuel 18⸴ 10-12: ‘… David estaba tocando el arpa⸴ como de costumbre⸴ y Saúl tenía su lanza en la mano. De pronto Saúl levantó la lanza con la intención de clavar a David en la pared⸴ pero David esquivó a Saúl dos veces. Saúl tenía miedo de david⸴ porque el Señor ayudaba a David pero ya no lo ayudaba a él ‘.
La ira muchas veces se manifiesta cuando nos atrapan con las manos en la masa. En vez de sentir el peso de nuestro pecado y de aceptar la responsabilidad por nuestras acciones⸴ nos enojamos. Usamos la ira como un arma ofensiva contra aquellos que nos exponen y nos avergüenzan. Tratamos de voltear las mesas sobre ellos para desviar la atención de nosotros. Intentamos intimidarlos para que acepten el mensaje: ‘ ¡ El problema aquí no soy yo⸴ sino tú ‘.
El rey Saúl también demostró el uso desviador de la ira. Cuando su plan de capturar y matar a David en una fiesta de luna fue frustado⸴ se puso furioso con su hijo Jonatán⸴ quién intentó fabricar una excusa para la ausencia de David. En lugar de reconocer que su vil maquinación había sido frustada⸴ Saúl atacó con perversas palabras con la intención de destrozar vergonzosamente el corazón de su hijo: ‘ Entonces Saúl se enfureció con Jonatán⸴ y le dijo : – ¡ Hijo de mala madre ! ¿Acaso no sé que tú eres el amigo del hijo de Jesé⸴ para vergüenza tuya y de tu madre ? Mientras él esté vivo en esta tierra⸴ ni tú ni tu reino estarán seguros. ¡ Así que manda a buscarlo⸴ y traémelo⸴ porque merece la muerte ! Pero Jonatán le contestó: – ¿ Y por qué habría de morir? ¿ Qué es lo que ha hecho ? Saúl levantó su lanza para herir a Jonatán.’ (1 Samuel 20⸴30-33). Las crueles palabras de Saúl tenían el propósito de desviar el foco de él a su hijo.