LA HERMOSURA DEL DESPERDICIO.

En la Biblia hay una historia de una mujer⸴ que antes los ojos de los hombres es insignificante; más bien⸴ se le recrimina por los que están a su alrededor⸴ pues supuestamente estaba generando un ‘ gran desperdicio ‘. Aunque no parecía significativo este gesto para quienes le rodeaban⸴ Jesús aplaudió sus virtudes. Estoy hablando de la mujer que rompió un frasco de perfume costoso para ungir la cabeza de Jesús. Dice el texto de la Palabra de Dios en Marcos 14⸴3-9 : ‘ En Betania⸴ mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón llamado el leproso⸴ llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de perfume muy costoso⸴ hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. algunos de los presentes comentaban indignados: – ¿ Para qué este desperdició de perfume ? Podía haberse vendido por muchísimo dinero para darlo a los pobres. Y la reprendían con severidad. – Déjenla en paz – dijo Jesús – ¿ Por qué la molestan ? Ella ha hecho una obra hermosa…. Les aseguró que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio⸴ se contará también⸴ en memoria de esta mujer⸴ lo que ella hizo ‘. Marcos⸴ registra de una manera diestra el resplandeciente amor de una mujer⸴ de la cual no se da el nombre⸴ quien ungió abundantemente la cabeza de Jesús con un perfume de mucho precio. Su amor para Él era grande. El valor del perfume era de trescientos denarios⸴ el equivalente del salario de un año. Algunos de los invitados pensaron que era un enorme desperdicio. La trataron de irreflexiva⸴ de pródiga. Pero⸴ la Biblia dice que la fragancia de aquel perfume llega hasta nuestra propia . Jesús dijo que ella sería recordada por todo el mundo. Leí el caso de una joven que renunció a su carrera universitaria para ayudar a criar niños abandonados. ¿ Sacrificar el talento y la juventud para servir a los demás ? ¡ Qué desperdicio⸴ dirían muchos ! Conozco a una mujer que ha perdonado el adulterio de su esposo. A pesar de que todo el mundo le ha dicho que se divorcie⸴ ella ha decidido confiar en que el Señor le daría fuerzas para perdonar. ¡ Que desperdicio dirían algunos ! Leí de una misionera que vive en Etiopía. Usa ropa vieja y pasada de moda⸴ zapatos muy sencillos. Ha pasado sus años juveniles alimentando a los hambrientos⸴ mientras se esfuma la posibilidad de tener una relación amorosa. Podía⸴ sin duda⸴ tener una vida más cómoda en su país⸴ pero eligió vivir entre leprosos en un país extranjero. Quizás a todas las cosas buenas que tú hagas le califiquen de desperdicio; pero el aplauso de Jesús a esta mujer⸴ nos dice que vale la pena hacer el bien aunque no nos sea reconocido.