LA IGLESIA VERDADERA. PARTE 3

Continuación del tratado anterior…… Sus miembros están enteramente de acuerdo sobre todos los asuntos más graves de la fe⸴ porque todos ellos son enseñados por un Espíritu. Acerca de Dios⸴ y de Cristo⸴ y del Espíritu⸴ y del pecado⸴ y de sus propios corazones⸴ y de la fe⸴ y el arrepentimiento y de la necesidad de la santidad⸴ y del valor de la Biblia⸴ y de la importancia de la oración⸴ y de la resurrección⸴ y del juicio venidero – acercas de todos estos puntos ellos son de un pensamiento. Toma tres o cuatro de ellos⸴ extranjeros unos a otros⸴ de las esquinas más remotas de la planeta; examínalos separados sobre estos puntos; los hallarás todos ellos de un sólo juicio. Esta es la única Iglesia que posee la verdadera santidad. Todos sus miembros son santos. Ellos no son meramente santos por la profesión⸴ santos en nombre⸴ y santos en el juicio de la caridad; todos ellos son santos en los hechos⸴ en las acciones⸴ y en la realidad⸴ y la vida⸴ y la verdad. Todos son más o menos conformados a la imagen de Jesucristo. Ningún hombre impío pertenece a esta Iglesia. No es una Iglesia de alguna nación o de una gente. Sus miembros serán hallados en cada parte del mundo donde el Evangelio es recibido y creído. No es contenida entre los límites de algún país⸴ o encerrada entre el límite de algún gobierno exterior o de formas particulares. En ella no hay ninguna diferencia entre el Judío y el Griego⸴ entre el blanco y el negro⸴ entre los Episcopales y los Presbiterianos – sino la fe en Cristo es todo. Sus miembros serán recogidos desde el norte⸴ y el sur⸴ y el este⸴ y el oeste⸴ en el último día⸴ y serán de cada nombre y lengua – pero todos unos en Jesucristo. Ésta es la única Iglesia la cual es verdaderamente apostólica. Ella es edificada sobre el fundamento puesto por los Apóstoles⸴ y sostienen las doctrinas que ellos predicaban. Los grandes objetos a los cuales sus miembros toman punta⸴ son a la fe apostólica y a la practica apostólica; y ellos consideran al hombre quien habla de ‘seguir a los Apóstoles’ [pero] sin poseer estas dos cosas de ser sólo ‘metal que resuena⸴ o címbalo que retiñe’
Máster Miguel Calderón Valverde
correo electrónico: mcalderón@casadeoracióncr.com
ORACIÓN PARA ACEPTAR A CRISTO
Yo confieso que soy un pecador (a) en necesidad de salvación. Me doy cuenta que viene el día en que será demasiado tarde para ser salvo (a). Yo te recibo ahora Jesucristo como mi Señor y Salvador personal; perdona mis pecados e inscribe mi nombre en el LIBRO DE LA VIDA ETERNA. Amén