LAVANDO LAS REDES.
‘ Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores⸴ habiendo descendido de ellas⸴ lavaban sus redes ‘ ( Lucas 5⸴2). Estando Jesús en las inmediaciones del lago de Genesaret⸴ el gentío seguía agolpándosele. En la orilla del lago⸴ vio dos barcas⸴ cuyos pescadores⸴ después de dejarlas ‘ lavaban sus redes ‘. En una de ellas⸴ que era de Simón Pedro⸴ decidió entrar y le pidió a éste que la apartara un poco de la orilla y desde allí predicó. Ésta fue la primera plataforma flotante. Los creyentes tenemos redes que lavar continuamente. Después que Jesús finalizó de predicar⸴ pidió a Pedro que bogara mar adentro⸴ y que echara la red. Pedro y sus ayudantes pudieron pescar⸴ porque habían lavado la red. Amén. Jesús le dijo a Pedro: Boga mar adentro⸴ y echad vuestras redes para pescar ‘ ( Lucas 5⸴4). Simón Pedro le respondió: ‘ Maestro⸴ toda la noche hemos estado trabajando⸴ y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red . Y habiéndolo hecho⸴ encerraron gran cantidad de peces⸴ y su red se rompía’. ( Lucas 5⸴4-6). La confesión de fe de Pedro fue echar la red en la palabra de Jesús. Este pescador se dio cuenta que sus compañeros y é no habían tenido éxito al echar las redes en el mejor momento⸴ durante la noche. Las circunstancias no eran las mejores para la pesca cuando Jesús dio la orden; sin embargo⸴ Pedro decidió obedecer su palabra y echar la red de todas maneras. Dice la Palabra de Dios: ‘ que las barcas se hundían porque era abundante la cantidad de peces ‘ ( Lucas 5⸴7). Él exito es abrumador⸴ a veces⸴ exagerado; para aquellos que confían plenamente en el poder de la palabra revelada del Señor. Dice la Biblia que ‘ viendo esto Simón Pedro⸴ cayó de rodillas ante Jesús⸴ diciendo: Apártate de mí⸴ Señor⸴ porque soy hombre pecador… Pero Jesús le dijo a Pedro: ‘ No temas⸴ desde ahora serás pescador de hombres ‘ ( Lucas 5⸴ 8-10). Jesús no aleja al pecador que reconoce su condición miserable. Él acepta la confesión del pecador y le ofrece la oportunidad de reconciliarse con Dios. Le confía la misión de rescatar hombres del pecado. El Espíritu Santo quiere lavar a la iglesia. Ya no quiere hablarle como a niños sino como a mayores. Quiere que la Iglesia sea un libro abierto para los demás. Quiere que su iglesia ore media hora antes de medio día y media hora después de medio día. Quiere aclarar dudas que andan rondando por la cabeza. Quiere que su iglesia doble rodillas y perdone a sus padres por todas aquellas heridas que se puedan haber sembrado a lo largo de la vida. Quiere sacar ese dolor⸴ esa llaga⸴ esa espina anidada en el corazón. Iglesia⸴ dobla rodilla y pide al Señor un corazón perdonador.