LOS MUERTOS NADA SABEN.

En Eclesiastés 9⸴5 leemos:
¿ Cómo puede conciliarse este texto con los del Nuevo Testamento que afirman que al morir un cristiano va a la presencia del Señor ?
Los Testigos de Jehová lo citan con frecuencia como prueba de que no tenemos almas⸴ sino que nuestro cuerpo incluye el alma⸴ que es la sangre⸴ por tanto⸴ que los muertos quedan inconscientes hasta que Dios les resucite en el último día. ¿ Qué podemos responder a esto? No existe tal contradicción en este pasaje⸴ pues el próximo versículo de este mismo capítulo⸴ el versículo 7 de Eclesiastés 9⸴ dice: ‘ También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol ‘. Observemos que Salomón dice que no tienen ya más parte ‘ en este siglo ‘ ni en ‘ lo que se hace debajo del sol ‘. Estas dos últimas expresiones demuestran que pueden tomar parte en lo que se hace ‘ más allá del sol ‘⸴ como cantamos en un himno. La ide del autor es que no pueden participar en los negocios de la tierra⸴ y esto es bien cierto⸴ y contradice rotundamente la doctrina de la invocación de los santos.Solo Dios que es omnipresente y omnisciente⸴ puede interesarse e intervenir en nuestros asuntos⸴ ya que ha prometido atender a nuestras oraciones. Los fallecidos no pueden⸴ sea cual sea su estado en la gloria⸴ tomar parte en nuestros asuntos⸴ porque no son omniscientes ni omnipresentes. Este es el argumento que no pueden contestar los católicos-romanos cuando se les hace presente las miles de oraciones que se dirigen a la virgen y a los santos⸴ seres humanos y limitados como nosotros. Su respuesta suele ser que Dios se lo comunica. Pero entonces resulta que al invocar a los santos no pedimos a Dios por mediación de tales personas⸴ sino a estas personas por mediación de Dios.
Que los fallecidos están en el cielo con Jesucristo (si lo aceptaron como Señor y Salvador)⸴ lo expresa Pablo en
Filipenses 1⸴23⸴ cuando dice : ‘ Quisiera ser desatado y estar con Cristo⸴ lo cual es muchísimo mejor ‘⸴ y en su Segunda carta a los Corintios 5⸴8 y 9 al declara: ‘ Más bien qusiéramos partir del cuerpo y estar presentes al Señor; por lo cual procuramos⸴ ausentes o presentes⸴ serle agradables’. Y es lo que demuestra Jesús cuando le dice al ladrón arrepentido: ‘ De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso ‘ (Lucas 23⸴43).