LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y LAS TRANSFUSIONES DE SANGRE.
Los cristianos debemos reconocer que muchísimos Testigos de Jehová son sinceros y buscan en realidad lo absoluto. No quiero que ningún Testigo de Jehová considere que lo estoy atacando a él o a ella; crean que siento un profundo cariño y respeto por muchos de los seguidores de este grupo⸴ incluso tengo algunos amigos y amigas Testigos de Jehová; pero no estoy de acuerdo con su errada doctrina y⸴ como creyente en Dios Jesucristo⸴ el Mesías y⸴ en la Biblia⸴ regla infalible de fe⸴ no puedo ni debo quedarme en silencio ante tanta adulteración de la Escritura⸴ que ha confundido a tanta gente preciosa y valiosa. Uno de los asuntos que más me ha impresionado⸴ pues se supone que estamos en el tercer milenio⸴ donde los aportes de la ciencia en pro del bienestar de la humanidad son inmensos⸴ es el de las TRANSFUSIONES DE SANGRE ⸴
Las razones en que se apoyan pretenden ser bíblicas. Hay varias prohibiciones en el Antiguo Testamento hechas a los hijos de Israel para que no se alimenten de sangre⸴ para que no coman sangre ( Génesis 9⸴ 3-4; Levítico 3⸴17 ; 17⸴10; 17⸴13-14; Deuteronomio 12⸴23-25 ). Prescripciones que fueron dadas según las creencias de aquel momento⸴ de que el alma residía en la sangre y que por lo tanto quedaba reservada solo para el culto y debía ofrecérsele sólo a Dios; este era su valor sacral. Se trata de sangre de animales. Sabemos que el alma no reside en la sangre⸴ sino que informa a todo el cuerpo humano y con él constituye la esencia del hombre. Se trata además⸴ de prescripciones de orden alimenticio⸴ que no tienen que ver nada con la medicina o la cirugía. además vale la pena hacer notar en este caso que una cosa es la prohibición de ‘comer sangre ‘ como alusión directa a beber sangre y otra la prohibición de unas técnicas médicas desconocidas en aquellos tiempos.
El hecho de no permitir que a un enfermo grave que necesita una transfusión de sangre se le haga ese servicio⸴ se basa en que el pueblo de Israel⸴ cuando alguno pecaba y quería borrar su culpa⸴ entregaba al sacerdote un animal: buey⸴ vaca⸴ cordero⸴ para que lo matara y ofreciera al Señor la sangre de ese animal en pago de su pecado. Y el Señor perdonaba el pecado no por la sangre misma del animal sino porque ella era una figura⸴ un símbolo de la sangre que su Divino Hijo ofrecería en la Cruz. De ahí el carácter sagrado de aquella sangre y la prohibición de usarlo como comida; pero desde que Cristo ofreció por nosotros una sangre de valor infinito⸴ toda otra sangre perdio su carácter sagrado. Es un alimento como cualquier otro.