LUCHANDO POR UNA CORONA ETERNA.

Materiales bíblicos para el mundo

LUCHANDO POR UNA CORONA ETERNA.

16 enero, 2019 Tratados 0

En este mundo hay todavía algunas personas que teniendo sangre real⸴ por alguna circunstancia se hallan exiliadas de su patria⸴ esperando la ocasión de regresar.  Sin embargo⸴ las viejas dinastías están desapareciendo y muchos de los reinos que antes existían se están transformando en repúblicas.

 


Nosotros como cristianos también nos encontramos exiliados en este mundo de pecado.  Somos herederos del reino de los cielos⸴ y se nos tiene preparada una corona de vida⸴ de acuerdo con las almas ganadas para el reino de los cielos.  Será una corona superior a las que jamás hayan existido en este mundo.  Más valiosa que la ‘ corona obsidional⸴ otorgada por el ejército romano a las personas que se destacaban en actos heroicos ‘. Esa será una corona imperecedera.


 


Dios quiere que su pueblo cumpla esa misión que se le ha asignado; que se revista de valor y de entusiasmo⸴ como lo hicieran los hombres y mujeres de antaño⸴ los cuales desafiaron reinos y se enfrentaron a las autoridades  más poderosas de la tierra⸴ para que se pongan en alto las normas de paz y justicia⸴ a pesar del vituperio de los hombres.  La Biblia nos asocia con los héroes de antaño de la siguiente manera: ‘ Por fe conquistaron reinos⸴ hicieron justicia⸴ alcanzaron promesas⸴ taparon bocas a los leones⸴ apagaron fuegos impetuosos⸴ evitaron filo de espada⸴ sacaron fuerzas de debilidad⸴ se hicieron fuertes en batallas⸴ pusieron en fuga ejércitos extranjeros ‘ (Hebreos 11⸴33-34) .


 


La recompensa de esos santos hombres de Dios que desafiaron al mundo en sus días⸴ es la misma remuneración que obtendremos nosotros; la corona de la vida.  Este galardón no se podrá comparar con todas las glorias de este mundo⸴ ni aun con las guirnaldas de laurel que reciben los vencedores de las carreras pedestres⸴ y que obtenían los campeones griegos de antaño ni los corredores modernos.  Para obtener una medalla perecedera⸴ los corredores se esfuerzan con rigurosa disciplina.  Pero nosotros los cristianos estamos luchando por una recompensa de mayor valor eterno.


 


El apóstol Pablo⸴ al encontrarse en el ocaso de su vida⸴ con plena satisfacción pudo pronunciar aquellas palabras que todavía repercuten en la conciencia de los hombres de buena voluntad: ‘He peleado la buena batalla⸴ he acabado la carrera⸴..me está guardada la corona de justicia’