Ni uña ni pezuña.
Notamos que el Faraón quería la separación de la familia israelita tanto en lo social como en lo espiritual. Quería separar a los hijos de los padres. Si el diablo toma nuestros niños esteriliza la iglesia del mañana. Satanás no quiere que los niños acompañen a sus padres a las cosas de Dios. No quiere que el altar familiar se practique en los hogares.
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