NO MATES.

Hace algún tiempo⸴ un periódico reportaba un caso insólito: un individuo fue asesinado porque⸴ en su auto⸴ intentó rebasar a otro⸴ en la carretera. Estos dos individuos ni siquiera se conocían. Otro de los periódicos resaltaba que un niño de meses fue encontrado en un basurero. Muchas ‘películas’ de vaqueros presentan enormes matanzas; las personas que acuden al espectáculo ríen y ríen; les gusta ver morir a los indios⸴ a los que llaman malos. ‘La vida no vale nada’⸴ se canta en las cantinas con voz aguardentosa. Para muchas personas el sentido de la muerte violenta ya se perdió; abundan los secuestros y el terrorismo. Las famosas ‘Maras’ (pandillas juveniles violentas) están causando⸴ con trágicos saldos de muerte y destrucción⸴ serios problemas en países latinoamericanos. ‘Para ser miembro de las Maras⸴ las personas deben haber matado como mínimo a una persona’ Lo malo del caso es que ya nos acostumbramos a ver caer a diario a la gente a filo de un cuchillo o por las balas de una ametralladora. ¡De veras⸴ parece que la vida no vale nada!
En el capítulo segundo del Génesis; la Biblia presenta a Dios como el dador de la vida; lo describe como ‘soplando aliento de vida’ sobre el hombre (Génesis 2⸴7). Dios también aparece nombrando colaboradores suyos⸴ en la transmisión de la vida⸴ al hombre y la mujer; les dice: ‘Crezcan y multiplíquense⸴ dominen la tierra’.
Con la entrada del pecado⸴ ingresan los males del mundo: primero⸴ el hombre se rebela contra Dios. Luego⸴ viene la rebelión del hombre contra el hombre. Caín deja que su corazón se llene de envidia y ya no se detiene⸴ hasta que mata a su hermano Abel. Es la historia de las primeras manos manchadas con sangre humana. A pesar de todo⸴ el Señor prohíbe que alguien prive de la vida a otra persona. Sólo El es el Señor de la vida. El asesinato de Caín a su hermano Abel trajo una maldiciónpara sí mismo: ‘Por eso⸴ ahora quedarás bajo la maldición de la tierra⸴ la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano⸴ que tú has derramado . Cuando cultives la tierra⸴ no te dará sus frutos⸴ y en el mundo serás un fugitivo errante ‘. (Génesis 4⸴ 11-12).