¿ NOS RECONOCEREMOS EN EL CIELO ?
La Biblia dice algo muy lindo acerca de nuestro cuerpo. Dice que en este cuerpo nos podremos reconocer como la misma persona que fuimos aquí abajo en la tierra. Cuando nos levantemos para encontrarnos con Jesús en las nubes⸴ si miramos para el lado⸴ veremos un ejército que va volando hacia arriba junto a nosotros. Usted mirará y⸴ si ve a cualquiera de los hermanos que hemos conocido aquí abajo⸴ usted lo reconocerá como la misma persona que conoció en la tierra. Es la misma persona con un cuerpo de gloria⸴ un cuerpo transformado que va sentado en una nube. ¡ Qué gran momento de reunión se efectuará allá!. ¡ Madres y padres perdidos años atrás con la muerte⸴ serán encontrados otra vez por los hijos que una vez lloraron su ausencia !. Amigos creyentes que por mucho tiempo habían estado separados⸴ se abrazarán otra vez cuando la muerte haya sido vencida. ¿ Y que de los niños en el cielo?. Serán conocidos y reconocidos⸴ pero sus cuerpos terrenales⸴ que estaban inmaduros ⸴ habrán florecido a la perfección de un cuerpo resucitado como el nuestro. ¡ Las más felices sorpresas que les esperan a algunas familias!. ¿ Dónde nos muestra la Biblia ésto ?. Dice la Palabra en Juan 20⸴19 que en aquel primer día de resurrección⸴ los discípulos estaban encerrados⸴ muy temerosos de que los mataran a ellos también. De pronto Jesús apareció en medio de ellos y les dijo: ‘ Paz a vosotros ‘ y les mostró las manos y el costado. Los discípulos lo reconocieron⸴ hablaron con Él y se regocijaron viendo al Señor. Luego que Jesús se fue de entre ellos⸴ vino Tomás que no había estado en la reunió. Los apóstoles le dijeron: ‘ Al Señor hemos visto’. Pero Tomás les dijo: ‘ Sino viere en sus manos la señal de los clavos y metiere mi mano en su costado⸴ no creeré. ( Juan 20⸴24-25 ). Pasaron ocho días y el próximo⸴ una semana después de la resurrección⸴ vuelve el Señor y se aparece de nuevo en medio de ellos y allí estaba Tomás. Y apenas se apareció y saludó⸴ dijo: ‘ Tomás pon aquí tu dedo⸴ mira mis manos⸴ acerca tu mano y métela en mi costado y no seas incrédulo sino creyente. Cuando dijo esas palabras⸴ Tomás lo RECONOCIÓ⸴ diciendo; ‘ Señor mío y Dios mío’. Lo reconoció como el mismo Jesús que había caminado por tres años con el cuerpo que había nacido del vientre de María⸴ sino que ahora era el cuerpo de gloria⸴ el cuerpo de resurrección; semejante al que tendremos nosotros y los seres queridos en el día del ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA.