PABLO EXPLICA LA SANTA CENA

Pablo era el gran maestro de la FE. Fue a Pablo que el plan de la salvación por fe en Jesucristo fue revelado. Declara continuamente que como Jesucristo llevó nuestros pecados y enfermedades⸴ los beneficios de aquel sacrificio substituidor son recibidos por la FE. No es por las obras de la ley⸴ sino por la fe en la gracia de Dios que recibimos salud y salvación de Dios. Así es que Pablo nos habla en la Primera Epístola a los Corintios⸴ capítulo once⸴ de la Santa Cena⸴ que cada iglesia cristiana observa. Nos habla acerca de los DOS EMBLEMAS que tomamos en memoria de los sufrimientos de Jesucristo⸴ Nuestro Cordero: el pan y el vino; símbolos vivos del CUERPO herido y lastimado por nuestra curación física⸴ y la sangre derramada por nuestra curación espiritual. Después nos dice : ‘De manera que⸴ hasta que venga el Señor⸴ ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa’ ( 1 Corintios 11⸴ 26 ) . En el capítulo 10 de Primera de Corintios⸴ versículo 16⸴ Pablo interpreta estos DOS EMBLEMAS: ‘ Cuando bebemos de la copa bendita por la cual damos gracias a Dios⸴ nos hacemos uno con Cristo en su sangre; cuando comemos del pan que partimos⸴ nos hacemos uno con Cristo en su cuerpo ‘.
Cuando se les enseñe a los cristianos cómo discernir su liberación de todas las enfermedades y del poder de estas enfermedades en sus vidas por las llagas en el CUERPO de Cristo⸴ así como se les ha enseñado discernir su liberación de todo pecado y del poder de ese pecado en sus vidas por la SANGRE de Cristo⸴ entonces estarán tan libres de las enfermedades como del pecado. Entonces⸴ las enfermedades tendrán tan poco poder sobre ellos como los pecados. Entonces no vivirán sufriendo enfermedades así como no cometerán pecados. Considerarán que las enfermedades son tan perjudiciales para sus cuerpos como el pecado para sus almas. No tolerarán ni las enfermedades ni los pecados. Ni las enfermedades ni el pecado encontrarán lugar en sus vidas. Creerán que Dios tendría tan poca razón en hacerles que se enfermasen como tendría en hacerles pecar. Verán que sus enfermedades son de tan poco valor para la gloria de Dios como el pecado.