PALABRAS QUE NO EDIFICAN

“ La lengua apacible es árbol de vida ; pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu “ ( Proverbios 15⸴4).

Este versículo refleja el mismo pensamiento de Proverbios 18⸴21 donde dice que con nuestra boca ministramos vida o muerte.

Por eso es que la Palabra de Dios dice que seamos cuidadosos con la manera de usar nuestras bocas⸴ y que le prestemos atención a nuestras palabras.  Como nos lo dice Pablo en Efesios 4⸴29 : “ Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca⸴ sino la que sea buena para la necesaria edificación⸴ a fin de dar gracia a los oyentes”.

Jamás debemos decir cosas que influencien a la gente a darse por vencida o a desanimarse. No debemos contaminarnos ni contaminar a los demás con las palabras negativas que pronuncian nuestros labios.   El escritor de  los proverbios nos dice que la perversidad de la lengua quebranta el espíritu. La palabra espíritu con minúscula⸴ no se refiere al Espíritu Santo⸴ sino al espíritu humano.  La depresión del espíritu humano es un problema que surge por pensamientos y palabras erróneas⸴ nuestros o de otras personas. Por lo tanto⸴ no debemos utilizar nuestra boca para herir⸴ quebrantar⸴ o deprimir⸴ sino para sanar⸴ restaurar y exaltar.

“ No seas vencido de lo malo⸴ sino que vence con el bien el mal “ ( Romanos 12⸴21). No es con palabras de destrucción que triunfaremos en esta vida sino con palabras de bendición.  La mayoría de nosotros tiene algo bueno y algo malo⸴ pero Dios no quiere que magnifiquemos lo malo que hay en nosotros y en los demás. Él quiere que magnifiquemos lo bueno.  El apóstol Pedro dice que el amor cubre multitud de pecados (1 Pedro 4⸴8). Y eso es lo que usted y yo debemos hacer. Estamos para cubrir⸴ no para exponer⸴ las imperfecciones humanas.

Sin importar lo mal que una persona actúe contra usted o contra mí⸴ el hecho de que se lo contemos a todos los que encontremos en el camino⸴ no mejorará ni un ápice la situación. Sólo un acto la mejorará: volver nuestros rostros al Señor suplicando su ayuda. ‘ Pero les digo que en el día del juicio los hombres tendrán que dar cuenta de cada palabra ociosa (e improductiva ) que hablen  ( Mateo 12⸴36). Como cristianos⸴ la actitud nuestra debe ser la recomendada por Pablo en 1 Tesalonicenses 5⸴11: ‘ Por lo tanto anímense entre ustedes mismos y edifíquense los unos a los otros ‘.