PREPARÁNDONOS PARA EL GRAN DÍA.
Cristo a menudo y sin reservas motivó a los discípulos con la perspectiva de las recompensas. Les dijo que deberían poner sus tesoros en el cielo donde su dinero estaría mucho más seguro y con mayores beneficios : ‘ No acumulen para sí tesoros en la tierra⸴ donde la polilla y el óxido destruyen⸴ y donde los ladrones se meten a robar. Más bien⸴ acumulen para sí tesoros en el cielo⸴ donde ni la polilla ni el óxido carcomen⸴ ni los ladrones se meten a robar . Porque donde esté tu tesoro⸴ allí estará tu corazón ‘. ( Mateo 6⸴19-21). Estoy convencido de que los que no han sido fieles sufrirán grandes pérdidas. Coincido con A. J. Gordon⸴ quien escribió: ‘ No puedo pensar de un ajuste final de cuentas en los cielos que otorgará el mismo nivel de gloria⸴ el mismo grado de gozo al cristiano perezoso⸴ insensible⸴ flojo⸴ que no se preocupa por nada y sin frutos⸴ que al creyente fervoroso⸴ sufrido⸴ dedicado y sacrificado ‘. Si esta vida es una oportunidad de adiestramiento para mayores responsabilidades⸴ los creyentes serán juzgados por completo; entonces⸴ una vez que comienza la eternidad⸴ se diferenciarán unos de otros como las bombillas se diferencian en resplandor. La forma en que vivimos aquí en la tierra tendrá consecuencias profundas⸴ eternas e inalterables. El vaso de agua fría que demos en el nombre de Cristo no será olvidado; como tampoco el cristiano impuro y que vive para sí heredará las bendiciones plenas de los cielos. La persona que usted es hoy determinará las recompensas que recibirá mañana. Los que procuran agradar a Cristo serán recompensados generosamente; los que no se preocupan de agradarle recibirán las consecuencias negativas y un galardón menor. En otras palabras⸴ su vida aqui afectará su vida allá para siempre. Que usted se encontrará con Dios es más cierto que el sol se levanta cada día⸴ y el juicio ante el cual comparecerá queda determinado en esta vida⸴ según su relación con Cristo. No queda ya oportunidad para enmendar sus planes de viaje después de haber muerto. Un minuto después de haber muerto⸴ su destino eterno queda fijado para siempre. Si el conocimiento de que daremos cuentas a Cristo ‘ por lo que hayamos hecho⸴ mientras estábamos en el cuerpo⸴ sea bueno o sea malo ‘ (2 Corintios 5⸴10) no nos motiva a vivir fielmente⸴ es bastante posible que nada lo va a conseguir. Aquí nos enfrentamos con la cuestión de cuánto en realidad amamos a Cristo⸴ o si lo estamos siguiendo aquí en la tierra solo para que nos dé el pan⸴ los zapatos y la sanidad. Quizás usted pregunta porque yo enfatizó tanto este tema . La razón es ‘para preparnos debidamente para ese día’.