ROMA Y LA DIOSA-MADRE.

El culto falso de Babilonia se extendió a las naciones⸴ con diferentes nombres y forma; finalmente⸴ se estableció en ROMA y a través del Imperio romano. Dice el libro de Hechos de los Apóstoles⸴ 17⸴ 27 ⸴ que el culto a la diosa-madre⸴ conocida aquí como ‘ Diana ‘⸴ no solo se le daba en Efeso⸴ sino también en Asia⸴ y el mundo entero. Cuando Pablo llegó a Efeso todavía no se había infiltrado el paganismo. La gente era verdaderamente convertida y en esos días al convertirse al cristianismo destruían las imágenes de la diosa-madre Diana (Hechos 19⸴ 24-27). Pero la que una vez fue conocida como la ‘Iglesia’⸴ abandonó su fe original en el tercer y cuarto siglos y cayó en la gran apostasía que los apóstoles habían anunciado. En Judas versículos 3-4 leemos: ‘ .. Pero ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a su pueblo elegido. Estoy preocupado⸴ pues hay algunos que los han engañado y que se han colado entre ustedes. Ellos dicen que Jesucristo no es nuestro único Señor y Dueño⸴ y que por eso no debemos obedecerle. Piensan que⸴ como Dios nos ama tanto⸴ no nos castigará por todo lo malo que hacemos. Con razón⸴ desde hace mucho tiempo en la Biblia se dice que Dios castigará a esa gente ‘. Habían muchos paganos que se sentían atraídos al cristianismo⸴ pero era tan fuerte en sus mentes la adoración a la diosa-madre⸴ que no la querían abandonar. Entonces los líderes de la iglesia buscaron una similitud en la cristiandad con el culto de los idólatras paganos para poder atraerlos en gran número. Para reemplazar a la diosa-madre⸴ escogieron a María⸴ la madre de Jesús⸴ Así⸴ los paganos continuaron sus oraciones y devociones a la diosa⸴ ahora con otro nombre⸴ María⸴ en lugar de los nombres anteriores con los cuales ellos la conocían. Es obvio que este culto a María no era sólo la veneración que se merece la más dichosa entre las mujeres⸴ la madre humana del divino Salvador⸴ sino que⸴ al contrario⸴ no era más que una continuación del viejo culto pagano a la madre. Porque a pesar de que María⸴ la madre de Jesús⸴ era una buena mujer⸴ dedicada y temerosa de Dios⸴ y fue escogida especialmente para engendrar el cuerpo de nuestro Salvador⸴ no fue nunca considerada como una persona divina⸴ o como una diosa por la verdadera Iglesia primitiva. Ninguno de los apóstoles⸴ ni Jesús mismo⸴ dieron alguna vez a entender que se debería venerar a María. Durante los primeros siglos de la Iglesia nunca se puso ningún enfásis en María. No fue sino hasta la epoca de Constantino⸴ la primera parte del siglo IV⸴ cuando alguien empezó a ver a María como a una diosa. En el año 431 d. de C. el culto a María se hizo oficial en la Iglesia Católica⸴(Concilio de Efeso)