SANADOS POR LAS MAGULLADURAS DE JESÚS.

‘ Mas él herido fue por nuestras rebeliones⸴ molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él⸴ y por su llaga fuimos nosotros curados ‘ ( Isaías 53⸴5). Las magulladuras de Jesús dueron el sétimo lugar donde Él derramó su sangre. Fue a las puertas del infierno para recuperar las llaves del reino⸴ de manera que quedara rota toda maldición de iniquidad. No sólo fue herido por nuestras transgresiones⸴ sino que fue molido por nuestros pecados. La iniquidad es una fuerza espiritual que se halla en el interior de las personas y que trata de destruirnos⸴ y nos empuja a inclinarnos ante su naturaleza destructora⸴ o a ceder ante ella. La Biblia dice que las iniquidades del padre pasan hasta la tercera y la cuarta generación: del padre a los hijos⸴ y a los hijos de sus hijos. La iniquidad puede ser algo que haya en su familia⸴ o sobre ella. Pero es la fuerza demoníaca impulsora que hay dentro de una persona⸴ y que le causa algún tipo de daño. Jesús dijo: ‘ No sólo fui herido para perdonarte tus pecados⸴ sino que también fui molido por dentro para hacer un milagro dentro de ti⸴ que te permita pasar de ser un hombre de mal carácter⸴ a ser un hombre santo. Vas a pasar de joven adicto a joven libre. Vas a pasar de mujer con impulsos suicidas a mujer llena de gozo⸴ porque mi sangre es más poderosa que toda fuerza demoníaca que se levante contra ti ‘. La Palabra de Dios dice: ‘ Y por todos murió⸴ para que los que viven⸴ ya no vivan para sí⸴ sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De modo que si alguno está en Cristo⸴ nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas ‘ ( 2 Corintios 5⸴15-17). Cuando alguien ha recibido un golpe físico⸴ o desarrolla una contusión con decoloración. En cambio⸴ la persona que ha sufrido una magulladura interna no da señales exteriores de tenerla. Llegamos y preguntamos: ¿ Qué tal te va ?. La contestación es : ‘ Estupendamente ‘⸴ pero en el interior está diciendo: ‘ Esto es horrible ‘. En el exterior⸴ decimos que las cosas marchan a la perfección⸴ pero por dentro nos estamos diciendo: ‘ Me muero ‘. Hoy quiero invitarte a poner tus magulladuras al Señor. Eso que a pesar de que seas un creyente⸴ en tu interior te molesta: la soledad⸴ la debilidad⸴ la angustia⸴ ese abuso en la infancia⸴ esa espina en tu corazón. Jesús quiere transformar tu interior⸴ esa magulladura que tanto duele. Jesús no sólo derramó sangre para tu exterior sino también para tu vida interior. Gracias a su sangre no sólo somos libres sino verdaderamente libres. Amén.