SANIDAD DIVINA EN LA SANTA CENA

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SANIDAD DIVINA EN LA SANTA CENA

22 enero, 2019 Tratados 0

Cada vez que se celebra la Santa Cena⸴ o sea la Eucaristía⸴ hay dos elementos simbólicos que los feligreses toman: 1 el pan: que representa el cuerpo de Cristo que fue herido⸴ lastimado y quebrantado por todos nosotros; y 2 el vino: jugos de las uvas que representan la sangre de Cristo que fue derramada por todos nosotros.



Se ha enseñado correctamente que el vino representa ‘ la sangre del nuevo pacto⸴ la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados ‘ (Mateo 26⸴28).Participar en el acto de tomar el pan quebrantado que representa el cuerpo de Cristo ‘ que por nosotros es partido ‘( 1 Corintios 11⸴24) se les ha enseñado a muy pocos el propósito del quebrantamiento⸴ y el significado de las heridas y los azotes sufridos en el cuerpo por ellos. La Biblia nos dice que ‘ con sus llagas somos sanados ‘ (Isaías 53⸴5). Y por medio de su sangre derramada se nos borran nuestros pecados. Por eso Él ‘ perdona todas tus iniquidades y sana todas tus dolencias ‘ (Salmo 133⸴3).



La ceremonia de la Santa Cena o Eucaristía debe ser también un servicio de sanidad divina. Hay curación en comunión con el cuerpo quebrantado de Cristo lo mismo como al perdón en comunión con la sangre de Cristo.


‘ Jesús⸴ la noche en que fue traicionado⸴ tomó el pan⸴ y después de dar gracias⸴ lo partió y dijo: ‘este pan es mi cuerpo⸴ que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mi ‘ (1 Corintios 11⸴23-24).



Después que habían azotado y herido el cuerpo de Jesús⸴ por cuyas llagas fuimos nosotros curados⸴ entonces le clabaron en la cruz y le traspasaron el costado. Su sangre se deramó por el suelo⸴ pero la sangre fue ‘ derramada por muchos para remisión de los pecados ‘ (Mateo 26⸴28)⸴ y no para la curación de las enfermedades.



Jesús nuestro cordero sufrió de dos maneras. Derramó su sangre en la cruz para nuestra salvación del pecado⸴ y llevó en su cuerpo las llagas para nuestra curación de las enfermedades. En la intensa agonía espiritual y agonía física del calvario⸴ que Jesús sufrió mayormente en su espíritu⸴ dado que durante el tiempo⸴ aún su padre celestial le desamparó⸴ Jesús llevó nuestros pecados⸴ siendo hecho pecado por nosotros (2 Corintios 5⸴21). Pero la agonía física del Pretorio⸴ donde sufrió en su cuerpo los terribles azotes de los Romanos⸴ llevó nuestros enfermedades; pues allí por sus llagas recibió la enfermedad como expiación por nosotros (Isaías 53⸴10)⸴ por sus llagas somos sanados.