¿ TRAEN BENDICIÓN O MALDICIÓN LAS IMÁGENES ?

Laidolatría es uno de los recursos que utiliza Satanás para alejar a las
personas del verdadero culto⸴ y la adoración prestada a la criatura en
lugar del Creador⸴ es práctica abominable y condenada por las Sagradas
Escrituras bajo cualquier circunstancia. La Biblia dice : “
Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego⸴ no codiciarás plata
ni oro de sobre ellas para tomarlo para ti⸴ para que no tropieces en
ello⸴ pues es abominación a Jehová tu Dios y no traerás cosa abominable
a tu casa⸴ para que no seas anatema: del todo la aborrecerás y la
abominarás⸴ porque es anatema “ (Deuteronomio 7⸴25-26).

Las
personas que tienen imágenes de santos o de la virgen María⸴ están con
una maldición en su casa⸴ negocio⸴ etc. Ninguna imagen dentro de su
casa le traerá nada bueno.  “
No haréis para vosotros ídolos⸴ ni escultura⸴ ni os levantaréis
estatua⸴ ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a
ella” (Levítico 26⸴1). “Hijitos⸴ guardaos de los ídolos “ ( 1 Juan 5⸴21).

Los israelitas⸴ no sólo debían destruir los ídolos de las naciones gentiles que conquistaban⸴ sino que⸴ además⸴ debían “ destruir todas sus pinturas “: “..echaréis de delante de vosotros a
todos los moradores del país⸴ y destruiréis todos sus ídolos de piedra⸴
y todas sus imágenes de fundición⸴ y destruiréis todos sus lugares
altos “ (Números 33⸴52).
De modo que no solamente es condenado por las Escrituras el uso de los
ídolos⸴ sino que como las pinturas son veneradas con frecuencia en
forma supersticiosa⸴ éstas tampoco tienen virtud alguna como culto
verdadero.

Ninguna estatua o pintura  fue
usada por los apóstoles o la Iglesia del Nuevo Testamento. No fue sino
hasta el siglo V d.C. (quinientos años después de Cristo) que las pinturas de María⸴ Cristo y los santos comenzaron a hacerse y a usarse como objeto de adoración dentro del catolicismo.

Las Escrituras
no nos dan una descripción de las facciones físicas de Jesús. No fue
hecha ninguna pintura de Él durante su vida en la tierra. La iglesia de
los primeros cuatro siglos no tenía pinturas de Él ni de María. Los que verdaderamente adoran a Dios deben hacerlo en ‘espíritu y en verdad ‘ ( Juan 4⸴24)
y la veneración de pinturas⸴ imágenes o ídolos⸴ no nos ayuda – como se
pretende- a un culto más fervoroso y verdadero⸴ sino que⸴ por el
contrario⸴ lo impide.