UN SECRETO FINANCIERO.
Durante mucho tiempo se ha transmitido erróneamente la idea de que para ser cristiano hay que ser pobre. Esta corriente que asocia ser espiritual con ser miserablemente pobre y estar aislado de todo lo que Dios desea que disfrutemos⸴ aún prevalece en el pensamiento y enseñanza de nuestro tiempo. Predicar las virtudes de un cristianismo de miseria es contrario a lo que Dios nos ha revelado por medio de la Biblia. En Tercera de Juan versículo 2⸴ leemos: ‘ Amado⸴ yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas⸴ y que tengas salud⸴ así como prospera tu alma ‘. De acuerdo con las Escrituras⸴ Dios está más dispuesto a dar de lo que nosotros estamos dispuestos a recibir. Dios tiene preparada prosperidad⸴ éxito y bendición para los creyentes. Dios ha hecho promesas para los distintos aspectos de la vida⸴ pero ha puesto condiciones. La salvación es un regalo de Dios⸴ pero si uno la quiere⸴ debe recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. Dios también promete que ‘ les dará a ustedes todo lo que les falte⸴ conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús ‘ ( Filipenses 4⸴19)⸴ pero la promesa de bendición se hace a una iglesia que había ofrendado generosamente para la proclamación del evangelio: ‘ Cuando partí a Macedonia⸴ al comenzar a anunciar el evangelio⸴ fueron ustedes⸴ los de la iglesia de Filipos⸴ los únicos con quienes tuve este intercambio de bienes ‘ ( Filipenses 4⸴15). El versículo más conocido y querido de todo este capítulo de Filipenses es el 19⸴ ‘ mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte ‘. Deberíamos observar que esta promesa sigue a la descripción de la fiel administración de ellos. En otras palabras: por cuanto ellos habían dado de sus recursos materiales a Dios⸴ hasta el punto de poner en peligro su propia provisión⸴ Dios les iba a proveer a todas sus necesidades. ¡ Cuán fácil es sacar este versículo de contexto y aplicarlo como un blando almohadón para cristianos que están desperdiciando el dinero en sí mismos⸴ con bien poca consideración por la obra de Dios ! Aunque es cierto en un sentido general que Dios provee a las necesidades de Su pueblo⸴ lo que aquí tenemos es una promesa específica de que los fieles y devotos en sus ofrendas a Cristo nunca carecerán de lo necesario. Cada vez que usted está invirtiendo dinero en el Reino de Dios⸴ no está levantando finanzas simplemente para la Iglesia⸴ sino para su propio futuro ( Filipenses 4⸴ 17).