¿ UN ÚLTIMO AVIVAMIENTO EN LA TIERRA?
La Biblia dice en Oseas 6⸴3: ‘ Esforcémonos por conocer a Jehová: cierta como el alba es su salida. Vendrá a nosotros como la lluvia⸴ como la lluvia tardía y temprana viene a la tierra ‘. Habacuc 3⸴2 dice: ‘ ¡ Jehová⸴ aviva tu obra en medio de los tiempos⸴ en medio de los tiempos hazla conocer;..!. ‘ Por tanto⸴ hermanos⸴ tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra⸴ aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía’ (Santiago 5⸴7). Hay un pueblo alrededor del mundo⸴ que está intercediendo por la promesa del derramamiento del Espíritu Santo⸴ sobre los corazones hambrientos en estos días. Graham Truscott⸴ en su libro⸴ ‘ El poder de su presencia’
James Robison
⸴ evangelista dijo: ‘Creo que se avecina el mayor avivamiento en la historia de la iglesia. Al viajar a través del país he empezado a convencerme⸴ pues dondequiera que voy veo sin duda la evidencia dramática de una obra maravillosa de preparación que el Espíritu Santo está llevando a cabo ‘.La Biblia nos dice que Dios derramará su Espíritu sobre Su pueblo y⸴ muchos hombres y mujeres de Dios creen que un avivamiento sobre nosotros es inminente.
Hagámonos estas preguntas: Puesto que sabemos que Dios se ha movido en diferentes tiempos en el pasado⸴ ¿ podemos tener la fe para creer que lo hará otra vez ? ¿ Podría éste ser otro tiempo⸴ al entrar en este tercer milenio⸴ en el que Dios envíe una medida de avivamiento en nuestra nación ? La respuesta a ambas preguntas es un rotundo ¡ Sí!. ‘ Y en los postreros días⸴ dice Dios⸴ derramaré de mi Espíritu..’ (Hechos 2⸴17).
Máster Miguel Calderón Valverde
correo electrónico: mcalderón@casadeoracióncr.com
ORACIÓN PARA ACEPTAR A CRISTO
Yo confieso que soy un pecador (a) en necesidad de salvación. Me doy cuenta que viene el día en que será demasiado tarde para ser salvo (a). Yo te recibo ahora Jesucristo como mi Señor y Salvador personal; perdona mis pecados e inscribe mi nombre en el LIBRO DE LA VIDA ETERNA. Amén