ADORANDO A JESUCRISTO.
El avivamiento sin cánticos es inconcebible. La alabanza espontánea y de corazón crea un ambiente de gloria y bendición. Como dijo un siervo de Dios: ‘ En un avivamiento del Espíritu Santo nunca faltarán los aleluyas⸴ ni los amenes resonantes y otras expresiones de júbilo al Dios del cielo ‘. Las canciones y alabanzas son dirigidas al Señor y no al auditorio. Se alaba a Dios por lo Él es y por lo que Él ha hecho⸴ porque Jehová vive en la alabanza de su pueblo y porque es un arma espiritual para derribar fortalezas enemigas y liberar tensiones emocionales; además insta a responder a las maravillas de Dios. ‘ Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo⸴ que decía: ¡ Aleluya ! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro ‘ (Apocalipsis ). ‘ Cantad a Jehová cántico nuevo⸴ porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado⸴ y su santo brazo. Cantad alegres a Jehová toda la tierra; levantad la voz⸴ aplaudid⸴ y cantad salmos ‘ ( Salmo 98⸴1-4). ‘ Me postraré hacia tu santo templo⸴ y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad …’ ( Salmo 138⸴2). ‘Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová⸴ toda la tierra. Cantad a Jehová⸴ bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación ‘ (Salmo 96⸴ 1-2). Dios quiere alabanza de la congregación: ‘… En medio de la congregación te alabaré ‘ (Salmo 22⸴22; Hebreos 2⸴12). ‘ En las congregaciones bendeciré a Jehová ‘ ( Salmo 26⸴12). Dios nos enseña a alabarle a toda hora: ‘ Regocíjense los santos por su gloria⸴ y canten aun sobre sus camas’ ( Salmo 149⸴5). A Dios le gusta la postración: ‘Entonces Moisés⸴ apresurándose⸴ bajó la cabeza hacia el suelo y adoró ‘ ( Éxodo 34⸴8). ‘ Venid⸴ aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos… Venid⸴ adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor’ ( Salmo 95⸴1; 2⸴6). María adoró a Jesucristo: ‘ Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador ‘ ( Lucas 1⸴46-47). La virgen María proclamó la grandeza divina. Su voluntad⸴ sentimientos⸴ mente y todo su ser lo rindió a aquel que tiene señorío⸴ gloria y santidad⸴ dando como resultado la alabanza. María alabó y adoró a su Señor y Salvador con un corazón abierto. Se examinó a si misma y dijo: ‘ Porque ha mirado la bajeza de su sierva’ ( Lucas 1⸴48). María reconoció que no existía en ella perfección⸴ sino que fue escogida por la bondad de Dios. Ella adoró a Jesús como Salvador y Dios.