LA ADORACIÓN ATRAE AL INCRÉDULO.
Un misionero americano en Japón cuenta cómo la presencia de Dios en la adoración cristiana tocó a una pareja de incrédulos: ‘ El canto esa mañana en la Iglesia del Camino Vivo⸴ al sudeste de Tokyo⸴ era particularmente entusiasta⸴ y la presencia de Dios era muy real. Luego de la reunión⸴ los dos visitantes se aproximaron a uno de los líderes⸴ maravillados. ‘ Cuando ustedes estaban cantando esas canciones ‘⸴ dijeron⸴ ‘ sentimos una presencia. ¿ Eso era Dios ? ‘. El líder les explicó que ellos estaban experimentando un cumplimiento de la promesa del Antiguo Testamento que dice que Dios habita en las alabanzas de su pueblo. Y continuó hablándoles acerca de Jesucristo. Sus palabras fueron creídas porque ellos habían sentido el testimonio de la presencia de Dios antes que él hablara. Cuando la Iglesia se reúne para adorar⸴ se levanta para testificar. Esa es una de las razones por las que adoramos públicamente⸴ para testificar al incrédulo del poder de nuestro Dios. Jesús dijo que el Hijo del Hombre vino al mundo ‘ a buscar y a salvar lo que se había perdido ‘ ( Lucas 19⸴10). Él también viene a buscar verdaderos adoradores. ‘ Porque también el Padre tales adoradores busca’ ( Juan 4⸴23). El Padre envió a Cristo a buscarnos y salvarnos con el específico propósito de tener un pueblo de adoración. La presencia de Dios en nuestra adoración testificará a aquellos incrédulos que estén presentes⸴ que el Padre está atrayéndolos también a ellos por medio de su Espíritu. La adoración es la meta de nuestro evangelismo. Los incrédulos reciben un testimonio de la presencia de Dios cuando adoramos. Ellos entregan sus vidas a Cristo y también son discipulados como adoradores. Mientras ellos adoren⸴ otros recibirán el testimonio de Cristo⸴ y el ciclo continuará. El verdadero evangelismo produce adoradores. Y los verdaderos adoradores quieren traer a otros a la presencia de Dios; así que evangelizan. Los adoradores arden por la pasión de ver a otros experimentando la presencia de Dios. La adoración tiene un efecto evangelístico por la misma razón que los demonios se ponen nerviosos cuando alabamos a Dios⸴ porque Dios manifiesta su presencia a través de la adoración. ¡ Y esto marca toda la diferencia en el mundo ! ‘ El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino⸴ le mostraré la salvación de Dios ‘ ( Salmo 50⸴23). La presencia de Dios trae la convicción de pecado que debe siempre preceder a la conversión. Dondequiera que la presencia viva de Jesús se manifiesta⸴ ocurren dos cosas: O los hombres y mujeres caen confesando sus pecados o se escapan y se esconden de la presencia de Dios.