¿ CÓMO CRECER EN LA FE ?

Jesús dijo: ‘ Porque ustedes tienen muy poca fe. Les aseguro que si tuvieran fe⸴ aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza⸴ le dirían a este cerro: ‘ Quítate de aquí y vete a otro lugar⸴ y el cerro se quitaría ‘. Nada les será imposible ‘. (Lucas 17⸴20-21). Un roble es algo hermoso para contemplar. Los robles grandes producen una sombra tal que las criaturas vivas pueden descansar bajo la sombra de sus ramas en días cálidos. Las bellotas del roble son pequeñas. Los pájaros recogen las bellotas y vuelan con ellas. Es interesante que un árbol tan grande provenga de una semilla tan pequeña. En este texto de Mateo leemos de la ‘ semilla de mostaza‘. Jesús dice que si tenemos fe del tamaño de una semilla de mostaza⸴ pueden ocurrir maravillas mediante esa fe. ¡ Así que⸴ aunque sea pequeña no la tire ! Recuerde que la fe puede crecer y producir⸴ como una semilla de mostaza o una bellota⸴ una planta o árbol grandes. Nuestra fe crece cuando es alimentada con las Escrituras. La Palabra de Dios da vida y crecimiento a la fe de uno. Debemos aprender de memoria Romanos 10⸴17 que dice: ‘ … la fe es por el oír⸴ y el oír por la palabra de Cristo ‘. Nuestra crece cuando leemos la Biblia. Mediante la lectura de las Escrituras podemos ver cómo Dios obraba en las edades pasadas. Podemos descubrir historias como la de las murallas de Jericó que cayeron porque la gente creyó y siguió la palabra de Dios. Leemos acerca del mar Rojo que se abrió y las aguas del río Jordán fueron detenidas por causa de la fe del pueblo. Nuestra fe crece cuando le hablamos a Dios. La oración es esencial para el crecimiento y estabilización de nuestra fe. En Lucas 17⸴5 los discípulos dijeron: ‘ Auméntanos la fe ‘. Ellos oraron y pidieron que su fe fuera más grande. ¿Hemos pensado en un retiro de oración de cinco o diez minutos al día en el que le podamos pedir al Señor que nos dé una fe fuerte ? Nuestra fe crece cuando mantenemos la comunión con el pueblo de Dios. Los discípulos andaban con Jesús y unos con otros. Su fe crecía por estar juntos. Ellos vieron a Jesús realizar obras poderosas y en esa clase de comunión su fe empezó a crecer. Hebreos 10⸴25 dice que no debemos dejar de reunirnos. Los primeros discípulos de Jesús se reunían en Jerusalén ‘ cada día ‘. Nuestra fe crece cuando vamos a trabajar para el Señor. Cuando Jesús envió 70 testigos⸴ regresaron en unos cuantos días diciendo: ‘ Señor⸴ ¡ aún los demonios se nos sujetaban en tu nombre ! ‘ ( Lucas 10⸴17). Fueron a trabajar y su fe creció.