DEL PABELLÓN DE LOS CONDENADOS A LA VIDA ETERNA.

Velma Barfield fue la primera mujer en ser ejecutada en EEUU. Fue condenada por el asesinato de su novio⸴ un cultivador de tabaco al que envenenó con raticida⸴ en Carolina del Norte. Posteriormente⸴ confesó haber asesinado también a su madre⸴ de 74 años⸴ y a otros dos ancianos de 80 y 85 años que estaban bajo su cuidado.
Se encontraba en una cárcel altamente vigilada⸴ en espera del juicio⸴ cuando oyó a un evangelista radial decir que⸴ a pesar de lo que había hecho⸴ Jesús la amaba y deseaba entrar en su corazón y darle un espíritu nuevo. Aunque ella había oído ese mensaje durante toda su vida⸴ lo comprendió por primera vez y⸴ se convirtió en una nueva criatura en Cristo. Durante los seis años siguientes⸴ se unió a un estudio Bíblico en la prisión y guió a muchas mujeres jóvenes a Cristo. Intercambió correspondencia con cientos de personas en el pabellón de la muerte y escribió su autobiografía⸴ testificando del poder transformador de Dios.
Pero el Señor no la escogió para detener su ejecución⸴ Anne Graham⸴ la hija de Billy Graham⸴ se había convertido en su amiga cercana⸴ y más tarde escribió: “Yo fui testigo de la ejecución de mi querida hermana en Cristo el 2 de noviembre de 1984⸴ por inyección letal⸴ quien estaba confortada por el conocimiento de que la muerte física no es una interrupción entre la relación del creyente con Jesucristo⸴ sino que es simplemente un paso adelante en una relación basada en la fe. Con paz y tranquilidad en su rostro⸴ con sus labios moviéndose en una plegaria silenciosa⸴ cerró los ojos al morir a las dos y quince de la madrugada⸴ mientras los abría ante el rostro de su amado Salvador y Señor por la eternidad”. Velma oró año y medio por un avivamiento entre la población del penal. Un mes después de su ejecución⸴ 210 personas respondieron a la invitación de recibir a Cristo.
Reflexión: El apóstol Pablo participó en el asesinato de Esteban⸴ sin embargo se convirtió en líder de la iglesia del Nuevo Testamento. Dios se especializa en salvar a aquellos que más lo necesitan. “Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles⸴ que no soy digno de ser llamado apóstol⸴ porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo⸴..” (1 Corintios 15:9 y 10).