EL CRISTIANO QUE VIVE EN PECADO.

Leemos en 1 Corintios 5⸴9-13: ‘ Os he escrito por carta que no os juntéis con los fornicarios. No quise decir que se aparten totalmente de ellas⸴ pues para no juntarse con personas así tendrían que salir de este mundo. No podrían apartarse totalmente de los que siempre desean más de lo que tienen⸴ ni de los ladrones⸴ ni de los que adoran a los ídolos⸴ ni de los borrachos o de los que hablan mal de los demás. Lo que quise decir fue que no deben tener amistad con los que dicen que son cristianos pero hacen estas cosas. Con personas así⸴ ni siquiera deben sentarse a comer. A mí no me toca juzgar a los que no son de la iglesia. Ya Dios los juzgará. Pero ustedes sí deben juzgar a los de la iglesia⸴ y hacer lo que dice la Biblia: ‘ Echen lejos de ustedes al pecador ‘. Dice el
Pablo aclara que no debemos apartarnos de los no creyentes⸴ de otra manera no podríamos cumplir con la misión que Cristo nos encomendó relacionada con la salvación ( Mateo 28⸴ 18-20). Pero debemos mantener distancia con las personas que dicen ser cristianas⸴ y son indulgentes con pecados explícitamente prohibidos en las Escrituras y que luego racionalizan sus acciones. Al pecar⸴ la persona hiere a otros por los cuales Cristo también murió⸴ y opaca la imagen de Dios en la persona misma. Una iglesia que incluye esta clase de individuos difícilmente podrá ser luz del mundo. Está distorsionando la imagen de Cristo que se presenta al mundo. Los líderes de la congregación deben estar prontos a corregir para salvaguardar la unidad espiritual. Estos versículos son instrucciones para tratar problemas de pecado público en la iglesia con el que manifiesta ser cristiana y peca sin remordimiento. La responsabilidad de la iglesia es confrontar y disciplinar a tal persona o comunidad⸴ en el amor de Cristo y ⸴ a la luz de la Palabra de Dios. Entonces⸴ podemos resumir que no es tanto el problema convivir con inconversos⸴ como tener comunión con cristianos que viven en pecado.