LA IGLESIA QUE CRISTO VIENE A BUSCAR.
Estoy persuadido de que el plan de Dios para estos últimos tiempos es un
El andar del creyente restaurado es vivir en total voluntad de Dios. Con el Espíritu de vida (Romanos 8⸴4) y de poder ( Hechos 1⸴8) romperá los moldes litúrgicos⸴ estructuras tradicionales y conceptos denominacionales⸴ porque se sumergirá en la Palabra de Dios y estudiará bajo la dirección y revelación del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo está enseñando que toda sequedad espiritual⸴ letargo⸴ mundanalidad y pereza tendrán solución con la intervención poderosa y sobrenatural de él. Sólo el fuego purificador del Espíritu Santo podrá consumir toda escoria de carnalidad y preparar un pueblo celoso de buenas obras y que aprenda a adorar a Dios en ‘espíritu y verdad ‘ ( Juan 4⸴24).
Desafortunadamente la iglesia se ha mundanalizado siguiendo las corrientes filosóficas de hombres corruptos⸴ desechando al autor de la vida⸴ Jesucristo ( Juan 1⸴1-4)⸴ y contristando al Espíritu Santo.
La Iglesia de Jesucristo no debe congraciar con el
marxismo ni con el mundo y sus falacias⸴ sino mantener un romance serio y profundo con Jesucristo.
La terapia divina no cambia; Jesús dijo: ‘ Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia⸴ y todas estas cosas os serán añadidas ‘ (Mateo 6⸴33). Cuando el hombre pone a Dios como la cosa más fundamental de la vida⸴ Él se encargará de suministrar todo lo que nos falte conforme a sus promesas ( Filipenses 4⸴19).
Sé que no es mi deseo particular⸴ sino el plan de Dios⸴ que la iglesia sea avivada⸴ con pastores⸴ ancianos⸴ diáconos y creyentes llenos del Espíritu Santo que no tengan miedo a su poder⸴ que tengan una visión amplia para comunicar el mensaje de Dios poderoso en el testimonio. Congregaciones con nuevas estructuras evangelísticas⸴ que alaben y adoren en ‘ espíritu y verdad’⸴ hombres y mujeres que oren en agonía de alma por los pecadores sin Cristo; que lloren por la tibieza y mediocridad espiritual⸴ por los hogares destrozados⸴ por los niños que sufren y jóvenes que transitan por caminos tortuosos; cristianos que no roben a Dios los diezmos y las ofrendas; cristianos que cumplen sus compromisos con la patria pagando sus impuestos y siendo honestos y trabajadores; cristianos cuyos hogares son modelados por la Palabra de Dios. Esta es la Iglesia que Cristo viene a buscar.